La hiedra contra su mala reputación
Siempre se ha pensado que la hiedra cubre las paredes formando un tupido manto viviente, dañando la superficie con sus raíces. Sin importar el material de la pared, el aporte de la hiedra siempre es el mismo.
Un reciente estudio británico demostró que además de proteger las paredes del paso del tiempo, también proporciona un beneficio ecológico y térmico.
Una de las funciones de esta planta es la de proteger la pared a los cambios de temperatura. Por ejemplo, durante el invierno, la temperatura de las paredes es un 15% más elevada que la temperatura ambiente. En cambio, durante el verano, se puede registrar un 36% una temperatura más fría en las paredes respecto la del ambiente.
De esta manera, si la hiedra estuviese ubicada en una pared donde hay mucho tráfico, esta seria capaz de atrapar las partículas contaminantes dentro de sus hojas.
A diferencia de otras enredaderas, la hiedra es capaz de crecer durante todo el año, aportando sus beneficios constantemente.
Vía| BBC Mundo