El invierno, el letargo de la naturaleza

El invierno, el letargo de la naturaleza

Escrito por: Jorge Rubio    23 diciembre 2014    2 minutos

En el invierno, todo el mundo natural ralentiza su actividad. La mayor parte de las plantas se han desprendido de sus hojas y muchos animales se encuentran en latitudes más cálidas o están en pleno proceso de hibernación. Pero todo esto no significa que en esta estación no se pueda disfrutar de la naturaleza, ya que en esta época podemos gozar de algunas estampas de gran belleza.

El frío es el gran protagonista del invierno, con todo lo que ello supone. Las escapadas invernales puede que se identifiquen más con las actividades de nieve, pero no es una mala época para vivir la naturaleza desde otra perspectiva, sobre todo si se planean con algo de tiempo. Todo ello sin olvidarnos de la presencia de la nieve, que imprime al paisaje un aspecto totalmente único que normalmente solo podemos disfrutar durante esta época.

muerdago

A pesar de que los paisajes de árboles de hoja caduca hayan perdido parte de su encanto, el invierno nos ofrece la otra cara. Puede que estéticamente sea una visión más pobre, pero al mismo tiempo nos permite contemplar de cerca la majestuosidad de los árboles, sus ramas y todo lo que normalmente ocultan en bajo el dosel de sus hojas. Una ocasión ideal para buscar el esquivo muérdago y poder contemplarlo con nuestros propios ojos.

Además, es un momento ideal para disfrutar de los bosques de hoja perenne, los cuales destacan en el invierno precisamente por sus color y por mantener intactas las hojas. Si en el otoño predominaban los ocres, ahora los protagonistas son los verdes oscuros que contrastan con la aparente desolación general que nos deja el invierno, unido al blanco del hielo y la nieve.

En cualquier caso, tampoco es una época mala para observar pequeños pajarillos silvestres, sobre todo si conocemos lugares que tengan abundancia de comida. Precisamente, al ser una época de escasez, estos pequeños pájaros siempre están ávidos de comida, tendiendo a concentrarse en aquellos lugares donde la comida abunda. Si encontramos uno de estos lugares, podremos disfrutar de un bonito espectáculo, mientras permanecemos en silencio y expectantes a toda esa actividad.

Aunque el invierno sea una época de letargo en la naturaleza, esta sigue ofreciéndonos todo un mundo de posibilidades para poder disfrutarla, aunque las horas de luz sean pocas. A fin de cuentas, la naturaleza siempre tiene algo que ofrecernos, y en esta época también, solo hace falta protegerse del frío y salir a su encuentro.

Fotografía | blmiers2, tmv_media.