Un pájaro que no vuela

El hermoso y raro kakapo, o Strigops habroptylus, es un ave oriunda de Nueva Zelanda, una especie de pájaro nocturno, que se considera el loro más pesado de la tierra; pero por si fuera poca su rareza, esta extraña ave, aunque posee plumas y alas, es incapaz de volar. El nombre kakapo significa, en la lengua nativa de Nueva Zelanda, “loro nocturno”, y esta especie se encuentra actualmente en grave peligro de extinción.

El kakapo es tan extremadamente raro que se encuentran 86 ejemplares solamente, en Nueva Zelanda. Mide aproximadamente 60 cm. de largo y su peso oscila entre los 3 y los 5 ó 6 kilos cuando ya es adulto. El kakapo tiene alas, pero estas son demasiado cortas para el tamaño de su cuerpo y por esta razón, y dada la adaptación de su especie al entorno, este pájaro no puede volar; lo cual le lleva a acumular gran cantidad de grasa.

El colorido de su plumaje torna entre el verdoso, semejante al color del musgo, con tonos pardos y oscuros, que le facilitan camuflarse entre la vegetación espesa de los bosques neozelandeses. Su cara es redonda, parecida a la del búho. La leyenda cuenta que los primeros europeos al verlos, los confundieron y les llamaron loro-búho.

El contorno del pico del kakapo está poblado por una especie de fino bigotillo que utiliza para percibir el terreno mientras camina en busca de comida, con unas patas perfectamente adaptadas para caminar y escalar. Poseen un excelente olfato y ellos mismos expelen un agradable olor, parecido al olor de la canela o el yoghourt con miel. Se alimentan de hierbas y suelen ser animales muy curiosos. Además, disfrutan de la compañía humana.

Actualmente, el precioso kakapo se encuentra en extremo peligro de desaparición. Antes de la colonización europea de Nueva Zelanda, los kakapos vivían relativamente tranquilos y libres de depredadores. Pero el aumento de la población de occidentales trajo consigo cambios inevitables en el ecosistema de la isla; la introducción de nuevas especies desconocidas en el entorno, como gatos, ratas y armiños, se ha convertido en una gran amenaza que ha llegado a diezmar a la población de kakapos, casi hasta su exterminio.

Vía | Eco 13 Revista de Ecología y Medio Ambiente

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