Los venenos para luchar contra los topillos pasan factura a las rapaces
El uso de venenos es una de las mayores lacras y amenazas a las que tiene que hacer frente la naturaleza. El veneno es un arma insidiosa sobre la cual es casi imposible tener un control total de la misma y cuyas consecuencias van más allá de eliminar a un animal en concreto. Las plagas de topillos constituyen uno de los múltiples problemas con los que las explotaciones agrícolas tienen que lidiar. Una de las prácticas habituales es recurrir al veneno para eliminar a estos roedores, pero las implicaciones de su uso van más allá.