Abelisaurus
Los abelisauridos formaban parte del grupo de los carnosaurios. Eran grandes bípedos carnívoros, que presentaban cráneos “extraños” y los huesos de los tobillos fusionados. Tenían un cuerpo esbelto, brazos cortos y largas patas traseras delgadas.
Se cree que se desarrollaron en el supercontinente de Gondwana. Abelisaurus es el dinosaurio evolucionado de esa familia en el Cretácico. Aunque solo se ha hallado su cráneo, los científicos han podido reconstruir cómo fue: un primitivo carnívoro bípedo con un enorme cráneo, hocico redondeado y dientes relativamente pequeños.
Es probable que midiera entre 7 y 10 metros de largo y cerca de 3.50 metros de alto.
Su cráneo media alrededor de 85 cm. de largo. Tenía prominentes rugosidades nasales.
La hendidura donde se encuentran los músculos de la mandíbula llamada menestra temporal y ubicada en la parte posterior del cráneo, es muy amplia: esto indica que su mandíbula tenía mucha fuerza.
Su nombre proviene de su descubridor, Roberto Abel, director del Museo de Cipolletti (Río Negro – Argentina). Vivió desde hace aproximadamente 65 millones de años.
Algunas de sus presas pudieron ser los dinosaurios hadrosaurios, como Kritosaurus o distintos sauropodos. Carnataurus es otro de los miembros de la familia de Abelisaurus.
En Argentina existen numerosos sitios donde se hallaron dinosaurios del Cretácico, allí se encontraron frecuentemente restos muy significativos de diferentes sauropodos. Sin embargo, son muy escasos los hallazgos de grandes predadores, los cuales obviamente debían estar allí. El descubrimiento de Abelisaurus represento una gran oportunidad para entender mejor a los grandes terópodos de aquella época.
Fuente | El fantástico mundo de los dinosaurios