Aerosteon riocoloradensis, un fósil clave
En el año 1996 dos prestigiosos paleontólogos sanjuaninos (Oscar Alcocer y Ricardo Martinez) organizaron una campaña paleontológica en la zona de Cañadon Amarillo (Malagüe – Argentina), este proyecto contó con el apoyo económico de la Universidad de Chicago y el paleontólogo Paul Sereno (de Estados Unidos).
Durante esta campaña los investigadores se comprometieron con las autoridades del lugar a respetar el patrimonio del Departamento, siempre y cuando hubiera un espacio propicio para albergar los fósiles. La campaña descubrió los restos de un ejemplar de 89 millones que resulto único en el mundo.
Este fósil, llamado Aerosteon riocoloradensis fue el primero en brindar evidencias concretas de la presencia de sacos de respiración avina en dinosaurios que no volaban.
Las vértebras de este animal tenían cavidades que no son frecuentes. Huecos que penetran dentro de los huesos. Durante la investigación los especialistas encontraron la fúrcula del Aerosteon, que sería como nuestra clavícula.
Hasta hace poco tiempo se desconocía que las aves descendían de los dinosaurios porque no se había encontrado fúrculas.
El Aerosteon sí la tiene, pero lo que más llama la atención es la cavidad que es igual a la que tienen las aves. El ilion, un hueso de la cadera también tiene una serie de perforaciones que son canales de aire. Estos huesos se encuentran neumatizados, están preparados para recibir un pasaje de aire.
Los mamíferos por su lado tienen un sistema pulmonar que deja que pase el aire para así poder oxigenar la sangre, en el caso de las aves es muy distinto. Las aves también tienen pulmones, pero no son flexibles, sino más bien rígidos. Estos no tienen la capacidad de comprimirse y expandirse, se encuentran rodeados de una serie de sacos de aire conectados que ayudan a que el aire circule hasta los huesos por medio de sus cavidades.
Esto ayuda a las aves a oxigenarse de forma más rápida y brindarle la posibilidad de vuelo sostenido, así pueden migrar días sin necesidad de descansar.
El Aerosteon es el primer dinosauriano aviano, que presenta evidencias claras de un sistema respiratorio como el de las aves. Hasta el momento se asegura que este sistema eficiente había sido adquirido en una coevolucion con el vuelo. Esto deja en claro que no fue así, sino que el mecanismo respiratorio es anterior y que no evoluciono en esta especie con el fin de volar, sino que existieron otras causas.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que las razones pueden haber sido la refrigeración, un sistema de hiperventilación interna que ayudaba a regular la temperatura de un animal que alcanzaba los 10 metros de altura. Cumplía la función de general un balance corporal: un animal bípedo que tiene una cabeza con mucho peso y tener huesos huecos pesa mucho menos y evita que tenga una cola el doble de larga.
Fuente | Revista Muy Interesante