Alergia canina, qué es y cómo tratarla
Nosotros también nos hemos asustado cuando hemos visto que al piel de nuestras mascotas tenía algún tipo de herida, inflamación o cambio de color. Lo que más temíamos eran las conocidas como alergias caninas. Dolencias que hacen que la piel de los perros reaccionen cuando tienen delante algún tipo de alimento, o la picadura de determinado insecto.
Los orígenes de las alergias caninas son muy comunes: un simple alimento o ingrediente puede desencadernarlas, a lo que hay que añadir que incluso los insectos más normales, con una picadura, pueden hacer que vuestras mascotas se sientan mal durante un tiempo (dependiendo de la gravedad de la alergia). No os preocupéis, será suficiente con conocer los síntomas y las maneras que existen de tratar estos males.
Los síntomas que se suelen dar son inflamación en la piel, enrojecimiento, quejidos del propio animal, pérdida de pelo, mal olor en los oídos o lagrimeo, entre otros. Si comprobáis que tiene alguno de estos, y que su actitud se lleva repitiendo bastante tiempo, sería mejor echarle un vistazo rápidamente a su salud.
Algunos de los responsables de que nuestros animales sufran de alergia son los siguientes:
- Esporas encontradas en el polen, moho, o en el propio polvo del ambiente.
- Parásitos: pulgas, garrapatas, ácaros o mosquitos.
- Alimentos, incluyendo el maíz, el pollo y las harinas. La variedad es bastante grande.
- Medicamentos.
- Productos de limpieza.
Poniendo en marcha el tratamiento
Si queréis tratar correctamente una alergia canina, es necesario que llevéis a cabo con rapidez una serie de pasos. En primer lugar hay que detectar qué tipo de alergia tiene la mascota. Esto suele conseguirse llamando al veterinario en el mismo momento en el que aparezcan los síntomas. Es muy probable que se le hagan estudios sobre la piel y exámenes de sangre para asegurar más la razón.
Pasado este punto se pondrá en marcha la conocida como prevención general, la cual consiste en comprobar de dónde viene la alergia, la causa concreta, con el fin de ejecutar el tratamiento correcto. Finalmente se le suministrará el medicamento idóneo para la dolencia.
Ante cualquier sospecha es recomendable comprobar los componentes, alimentos, plantas e incluso insectos con los que el animal podría haber estado en contacto. Esto facilitará la tarea de saber el tipo de alergía y ayudar a la mascota con el tratamiento correcto.
Vía | WebMD
Foto | Wikimedia Commons – Ehidoc