Preocupación por dos paraisos naturales en peligro
Dos santuarios naturales acaban de ingresar en zona de riesgo, generando una gran preocupación en todos aquellos que se dedican a preservar nuestro maltrecho planeta. La Gran Barrera de Coral de Belice y el Parque Nacional Los Katíos, ubicado en Colombia, fueron incluidos a fines de junio de 2009 en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro, durante la reunión del Comité del Patrimonio Mundial celebrada en Sevilla.
La Gran Barrera de Coral, que alberga a numerosas especies en peligro de extinción como la tortuga marina, tiene siete áreas bajo protección conformada por numerosas pequeñas islas y sus respectivas zonas costeras. El Parque Nacional Los Katíos, de una extraordinaria biodiversidad, contiene desde cerros hasta bosques tropicales.
Considero que, si cada vez son mayores las zonas que son incluidas como biomas de alto riesgo, a pesar del esfuerzo de tantas organizaciones no gubernamentales para evitar este problema, es evidente que los humanos estamos haciendo algo mal, aunque la responsabilidad de los estados es determinante y decisiva.
Los investigadores de la UNESCO y de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la UICN, que evaluaron en marzo de 2009 las condiciones de la Gran Barrera de Coral de Belice, constataron problemas serios, uno de los principales es la venta indiscriminada de las islas y el otro la destrucción de manglares, ese hábitat único, conformado por terrenos bajos inundados por las mareas y que forman esteros de gran riqueza natural.
El jefe de Delegación de la UICN, Tim Badman, dijo que la medida fue tomada para que la comunidad internacional apoye a Belice en los esfuerzos para proteger a uno de los lugares más extraordinarios del mundo. Desde este blog me pregunto si Belice estará haciendo todo lo aconsejable como para lograr la pretendida protección y si la “comunidad internacional” estará atenta a los vaivenes de los corales.
En el Parque Nacional Los Katíos, Patrimonio Mundial desde 1994, los problemas detectados son la tala ilegal, el turismo descontrolado que deriva en la sobrepesca de las especies autóctonas, y la probable construcción de una vía que atravesaría zonas protegidas.
El Oficial Senior de Áreas Protegidas de la UICN, Pedro Rosabal, apeló, como en el caso de Belice, a la comunidad internacional. Desde este rincón de Faunatura vuelvo a dudar de las convicciones de esa entelequia llamada “comunidad internacional”.
Vía | IUCN
Foto | Parque Nacional Los Katíos