La berrea, el espectáculo de la reproducción del ciervo
Estamos en plena época reproductiva del ciervo, lo que ofrece a cualquier aficionado al mundo natural, uno de los espectáculos de cortejo reproductivo más impresionantes de la naturaleza. Durante el mes de septiembre, los machos de ciervo sacan sus mejores galas y compiten entre ellos con la intención de captar la atención de las hembras.
No tenemos que olvidarnos que la reproducción es el fin último de las especies animales, por lo que los esfuerzos por intentar transmitir sus genes son inmensos, así como la energía que depositan para conseguirlo. En el caso de los ciervos, las famosas cornamentas se desarrollan durante los meses de abundancia y al acabar la época reproductora son desechadas por el gasto enérgico que supondría su mantenimiento.
Pero quizá lo más llamativo de todo este proceso, y por el que toma el nombre, es el fenómeno de la berrea. Los ciervos machos emiten un potente ruido gutural que resuena por los campos, a modo de desafío para los posibles competidores y también como llamada de atención para las hembras. Este proceso se va repitiendo y su intensidad va aumentando, en un «cresccendo» que suele culminar en el conflicto entre dos machos, que en muchas ocasiones desencadenará las famosas peleas de cornamentas.
Dichas peleas de cornamentas son quizá otro de los sonidos inconfundibles de la berrea, el entrechocar seco de los golpes de las cornamentas, que viene a traducirse en una lucha por la supremacía y por conseguir la ansiada reproducción. De estas luchas no suelen producirse heridos, aunque sí es probable que alguna cornamenta se rompa o pierda, lo que puede liberar alguna afluencia de sangre. En cualquier caso, el ciervo no sufre, ya que la cornamenta esta formada por un material inerte, y que como comentaba más arriba, una vez acabada la temporada de reproducción todos acaban perdiéndola.
Actualmente nos encontramos en pleno proceso de la berrea, aunque es posible que en algunos lugares haya terminado ya, debido al clima y otros factores ambientales. En cualquier caso, es un espectáculo natural digno de ser visto y una excelente actividad para disfrutar del otoño en la naturaleza.
Fotografía | jorgerubio.es