La Bóveda de Svalbard. Preparados para tiempos imprecisos
La finalidad de esta bóveda es preservar la diversidad, especialmente genética, de estas plantas ante cualquier evento catastrófico. Evidentemente estas plantas fueron elegidas por su enorme importancia para el ser humano.
Más de 100 países participan en este megaproyecto, con financiación o aportando semillas para ser almacenadas. Las semillas provienen de las principales especies cultivadas, maíz, trigo, arroz, etcétera, y provienen de todas las esquinas del globo, de toda América, la India, China, África, Europa y Oceanía.
El proteger la diversidad de los cultivos es de vital importancia, especialmente con el desarrollo de las plantas transgénicas, en Sudamérica existen miles de variedades de patatas, sin embargo nosotros estamos transformando los campos en monocultivos. El cultivo de una sola especie tiene la ventaja de aumentar la producción y disminuir los costos, ya que todas tienen los mismos requisitos de temperatura, agua y nutrientes, aunque tiene el riesgo de ser más propensa a epidemias.
Por esta razón, el proyecto ha estado envuelto en una teoría conspiratoria, al punto de ser llamada «la bóveda del fin del mundo». Esta paranoia es alimentada gracias a la forma en que ha sido financiada, Monsanto, Rockefeller y Bill Gates han sido tres de las fundaciones que la financiaron, y debido a la naturaleza y a los escándalos en que se han visto envueltas, especialmente Monsanto y su comercio de semillas transgénicas, existe mucho miedo sobre la naturaleza de este proyecto.
¿Estamos siendo paranoicos o realistas?, el tiempo lo dirá. Sin embargo, lo que sí es evidente es la importancia que se da a la protección y conservación de la biodiversidad, ojalá más proyectos de esta naturaleza disfrutaran del apadrinamiento de empresas tan solventes.
Vía | El Mundo
Foto | Flickr-Landbruks- og matdepartementet
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