Los caballos salvajes ya no existen

Los caballos salvajes ya no existen

Escrito por: Jorge Rubio    27 febrero 2018    2 minutos

Un estudio ha desvelado que los que los últimos ejemplares de caballos que se creían salvajes no son tales, ya que todos ellos son "ferales".

Aunque todavía puedan observarse en la naturaleza manadas de caballos que viven libremente, ninguno de ellos puede considerase como «genuinamente salvajes» ya que una investigación ha demostrado que todos provienen de ejemplares domesticados. Hasta la fecha se pensaba que la raza Przewalski eran los últimos equinos que eran salvajes, pero según detalla el trabajo publicado en Science, estas poblaciones que habitan en Mongolia y China descienden de un grupo que vivió al norte de lo que hoy es Kazajastán hace 5500 años.

«Este trabajo ha sido una enorme sorpresa, porque ha desmontado todos los dogmas asumidos desde hace años», señala el experto Tomàs Marquès-Bonet, investigador de Icrea y director del Institut de Biologia Evolutiva. Sin embargo, este hallazgo plantea otros misterios como los orígenes de la domesticación del caballo y cómo se produjo o si los ancestros salvajes de este animal se extinguieron completamente.

Los análisis del genoma de estos caballos y otras poblaciones han demostrado que todos estos animales provienen de un único grupo. A raíz de este núcleo, se expandieron por todo el planeta dando lugar a todas las variantes que encontramos en la actualidad. Pero en algún momento, los caballos salvajes desaparecieron y los que en la actualidad se pueden encontrar viviendo en libertad son solo ejemplares «ferales», es decir, animales domésticos que se escaparon y asilvestraron.

“Algunos [Przewalski] parece ser que escaparon del control humano y regresaron a la naturaleza, se volvieron ferales pero no son genuinamente salvajes, como también ocurrió con los mustangs en Norteamérica”, apunta Sandra Olsen, coautora del trabajo. Este regreso a la naturaleza estuvo acompañado de cambios genéticos producidos por su convivencia con los humanos, muchas de ellas negativas como la ceguera nocturna, y que de haber sido realmente salvajes nunca hubiesen tenido ya que hubiese supuesto su extinción.

Fuente | La Vanguardia
Fotografía | Wikimedia Commons

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