Los cetáceos también padecen la «enfermedad el buzo»
El síndrome por descompresión o «enfermedad el buzo» es uno de los peligros silenciosos a los que se enfrentan todos aquellos que practican el buceo. Este mal se produce cuando el nitrógeno disuelto en la sangre y los tejidos debido a la alta presión comienza a formar burbujas una vez que la presión disminuye. A pesar de que los cetáceos están íntimamente ligados a la vida en el océano, ni si quiera ellos están libres de este peligro.
El Instituto Universitario de Sanidad Animal (IUSA) de Las Palmas de Gran Canaria registrado los dos primeros casos de muerte natural por esta causa en cetáceos. Las conclusiones se han hecho públicas en la revista “Scientific Reports”. Hasta la fecha, este síndrome había sido registrado en algunos animales marinos como tortugas o los zifios, unos cetáceos con la capacidad de aguantar la respiración durante dos horas y descender a profundidades de 3.000 metros.
Sin embargo, en las muertes registradas hasta la fecha por el síndrome por descompresión se habían producido por la acción del hombre, ya sea por la pesca o la contaminación de los ecosistemas. Pero en los casos documentados por la IUSA la mano del hombre no ha tenido ningún protagonismo. Los dos calderones muertos por esta causa aparecieron varados en Fuerteventura (2009) y Tenerife (2010), con síntomas claros de enfermedad descompresiva aguda. Una circunstancia que la posterior necropsia confirmó.
Al parecer, el motivo por el que estos cetáceos murieron se debe a la presa que habían cazado y que se encontraba aún en sus estómagos: calamares gigantes. Según informan, «el esfuerzo realizado para cazar y reducir a los grandes calamares que llevaban en sus estómagos les sometió a un enorme estrés y alteró sus patrones de buceo, hasta un punto que superó la capacidad innata de sus organismos para contener el síndrome de descompresión», detalla la investigación.
Fuente | Efe Verde
Fotografía | Wikimedia Commons
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