Combatiendo la demencia canina
Si habéis tenido un perro, estamos seguros de que todavía recordaréis esa época en la que se iba haciendo anciano. Ya no corría tanto por la casa, sino que en realidad tenía un deterioro físico y mental cada vez más patente y grave. Al segundo le tenemos bastante miedo. La llamada demencia canina puede llegar a ser bastante destructiva, por lo que os recomendamos tener mucho cuidado con ella.
La demencia canina comienza a mostrar los primeros síntomas a partir de los siete años. El animal se volverá más holgazán y desobediente. No será extraño verlo durmiendo la mayor parte del tiempo. Tampoco responderá a las órdenes, olvidando gran parte de lo que había aprendido. Este tipo de hechos deberían haceros sospechar: a vuestra mascota le sucede algo. Será mejor ponerse manos a la obra.
Según los profesionales, la demencia canina está presente en el 28% de los perros de entre 11 y 12 años de edad, y en el 69% de los perros de entre 15 y 16 años de edad. El avance es muy rápido: los síntomas pueden pasar a ser más que presentes en apenas seis meses. Es extremadamente importante realizar un diagnóstico temprano con el fin de detectar, lo antes posible, cualquier tipo de inconveniente.
Actualmente la demencia canina no tiene cura, aunque existen posibilidades muy interesantes que permiten conseguir que el progreso de la enfermedad sea mucho más lento, proporcionando más estabilidad y calidad de vida a vuestro perro. No olvidéis estimular al animal con juegos y ejercicios. Es posible que también se le deban suministrar algunos medicamentos o cambios en la alimentación.
La demencia canina se ha convertido en uno de los problemas más llamativos de la actualidad, en cuanto a los animales de compañía. Se siguen investigando nuevos métodos de prevención y cura. En cualquier caso, la mejor recomendación es que vosotros mismos estéis muy atentos con el fin de evitar, en la medida de lo posible, la aparición de la enfermedad.
Vía | petMD
Foto | Wikimedia Commons – Petruss
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