Cómo tratar los gusanos en perros
Las lombrices o gusanos en perros pueden llegar a ser muy peligrosos. Hay cinco tipos de parásitos de este tipo que pueden alojarse en el cuerpo de los canes: nematodos, tricocéfalos, anquilostomas, tenias y los famosos gusanos del corazón. Todos ellos tienen sus propios efectos, que provocan en la salud de las mascotas, por lo que hay que tener en cuenta cualquier síntoma con el fin de evitar males mayores.
¿Cómo saber si nuestro perro tiene un gusano? Generalmente los animales presentarán vómitos, diarrea, fiebre, heces con sangre, pérdida de peso, debilidad, letargo y picor en las zonas anales, aunque estos son solo algunos de los síntomas. En realidad, una variación en la salud de los perros podría resultar una alarma a tener en cuenta. Por ejemplo, el gusano del corazón provoca problemas respiratorios o pulso débil, entre otros.
¿Qué tratamiento hay que poner en marcha?
Acerca del tratamiento a poner en marcha, hay que tener en cuenta el tipo de gusano que está alojando nuestro perro, además de otros factores como la edad, el estado de salud o el momento en el que ha sido detectado el parásito. De hecho, cada gusano requiere de su propio tratamiento, por lo que identificarlo es imprescindible.
También hay que tener en cuenta que los cachorros tienen tratamientos diferentes a los de los adultos. Por lo general, los veterinarios recomendarán tratamientos preventivos, incluso pastillas que solo deben suministrarse mensualmente. También existen medicamentos específicos.
En general, si sospecháis que vuestra mascota está siendo víctima de un gusano, lo mejor es visitar al veterinario con el fin de que ponga en marcha los tratamientos correspondientes. Así evitaréis males mayores.
Vía | PetMD
Foto | Public Domain Pictures – Karen Arnold
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