Conociendo nuestra fauna, mustélidos: turón y tejón (III)

Conociendo nuestra fauna, mustélidos: turón y tejón (III)

Escrito por: Jorge Rubio    17 febrero 2015    3 minutos

Continuando con el repaso de las diferentes especies de mustélidos que habitan en nuestras fronteras, hoy les toca el turno a dos especies especialmente simbólicas y bastante conocidas: el turón y el tejón. En caso de que os hayáis perdido alguna de las publicaciones anteriores, podéis consultar la primera entrada aquí y la segunda aquí.

El turón (Mustela putorius) es quizá el mustélido más conocido, sobre todo por la populariad que ha ido ganando como mascota su pariente doméstico: el hurón (Mustela putorius furo). El turón es muy similar a cualquier otro miembro de esta familia, posee un cuerpo estilizado y alargado, un tamaño menudo y una gran agilidad que le permite escabullirse y desplazarse a gran velocidad por cualquier tipo de recoveco.

Las tonalidades de su pelaje son de color pardo oscuro o grisáceas, con un característico «antifaz» que colorea la zona de los ojos y que resalta con el tono blanco de la cabeza. El turón está ampliamente distribuido por la península ibérica y como casi todos los mustélidos es un ávido cazador de roedores y similares. Suele habitar en zonas cercanas a flujos fluviales y en general, ricos en vegetación.

tejón

En lo que se refiere al tejón (Meles meles), es quizá el más atípico de los miembros de la familia de los mustélidos. Su tamaño es considerablemente más grande y su fisionomía es bastante diferente, alejándose de las formas estilizadas de sus parientes más pequeños por otra más robusta. Sus patas, rematadas por unas largas uñas, son muy fuertes, especialmente enfocadas a excavar así como su cabeza.

Se trata de un animal inconfundible a la vista, ya sea por su tamaño o por su peculiar pelaje blanco, gris y negro. El tejón puede encontrarse por toda la península, excepto en los archipiélagos. Su hábitat predilecto son los entornos boscosos y de gran humedad próximos a las zonas montañosas, donde puede excavar con mayor facilidad su madriguera, aunque se distribuye por casi cualquier tipo de entorno.

En lo que se refiere a su alimentación, el tejón está especializado en el consumo de lombrices y otros insectos que pueden encontrarse en la tierra, aunque puede alimentarse de prácticamente cualquier cosa como pequeños frutos, pequeños mamíferos, etc. En cualquier caso, las lombrices de tierra son la principal fuente de alimento de este mustélido.

Estos animales fueron perseguidos por ser consideradas como alimañas y también por sus preciadas pieles, y en el caso del tejón para utilizar su pelaje en para las brochas de afeitar. Aunque hoy en día están protegidos por la ley, el uso de cepos, lazos y venenos siguen en nuestros campos y es un tema que las administraciones competentes deberían de tener un control más estricto.

Fuente | Museo Nacional de Ciencias Naturales
Fotografía | Hehaden, Martha de Jong-Lantink.

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