La contaminación en las ciudades. Un caso de salud

La contaminación en las ciudades. Un caso de salud

Escrito por: Miguel    10 octubre 2011    2 minutos

La contaminación en Madrid está ya en niveles alarmantes, sin embargo la falta de información por parte de las autoridades ponen a la ciudadanía en situaciones de peligro.

Si, vivimos en ciudades altamente contaminadas, incluso a niveles ilegales para la Unión Europea. Según la legislación española si dos estaciones de la misma zona superan 250 microgramos de dióxido de nitrógeno (NO2) durante tres horas, debe dar un aviso a la ciudadanía, ya que esos niveles de contaminación son peligrosos para la salud, en especial a personas en riesgo, asmáticos, alérgicos, y todas las personas con problemas respiratorios. Estos requisitos fueron superados con creces por muchas ciudades, sin embargo es raro que se den los avisos por parte de las autoridades.

La nata oscura que desdibuja el perfil de Madrid en la foto de arriba, y que podemos observar desde las afueras no solo arruina la vista y nos impide ver la lluvia de estrellas más reciente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de dos millones de personas mueren al año debido a la inhalación de partículas contaminantes en el aire.

Los transportes de motor son una de las principales fuentes de contaminación, pero la prohibición de vehículos en las zonas centrales de las ciudades o disminución de la velocidad máxima permitida serían unas medidas impopulares en tiempos electorales, algo impensable, es mejor no darse por enterado y decir que la calidad del aire es “excelente” como afirmó la consejera de Medio Ambiente de Madrid María Isabel Mariño, cuando debería seguir el ejemplo de barcelona. No quiero pensar lo que debe ocurrir para que la consejera de medio ambiente considere que la contaminación es un riesgo latente para la salud como lo aseguran todas las organizaciones especializadas, tanto nacionales como internacionales.

Esta inexplicable inacción por parte de las autoridades se da por la falta de conocimiento de la ciudadanía, deberíamos exigir nuestro derecho a respirar un aire limpio que no afecte nuestra salud, como ya se realizó en París con el alquiler de autos eléctricos. Así como deberíamos despolitizar todas las noticias, ya que la contaminación no es cuestión de política, es cuestión de salud.

Vía | El País
Foto | Flickr-scambelo