Desaparición en Júpiter
Si os preguntaran por el aspecto de Júpiter, muchos recordarían unas franjas alargadas claras y oscuras alternantes que lo cruzan: Pero si nos fijamos mejor, las franjas más destacadas por su contraste y tamaño serian los ecuatoriales de este planeta. De esta forma, la zona ecuatorial blanquecina se encuentra rodeada de dos bandas ecuatoriales oscuras Sur y Norte denominados SEB y NEB, respectivamente, del inglés.
Impacta saber que la anchura de los ecuatoriales es de unos 12.000 kilómetros, o sea, el tamaño de nuestro planeta Tierra.
Aunque estas estructuras permanecen a lo largo de los años, una de ellas, la SEB, desaparece misteriosamente. Este hecho se ha producido durante la conjunción de Júpiter, es decir, cuando el Sol se encuentra entre la Tierra y Júpiter haciendo a éste último invisible.
Con tal de comprender este misterioso suceso, deberíamos recordar las características de Júpiter. Primero de todo, Júpiter es 10 veces el tamaño de la Tierra, y sin superficie sólida.
Mediante el telescopio, se puede apreciar sus neblinas y nubes multicolores que se forman en las partes externas de la atmósfera de hidrógeno molecular. La composición química de las nubes superiores es de compuestos minoritarios frente al hidrógeno, a bajas temperaturas (-150º C). De esta forma, de arriba hacia abajo encontraríamos tres capas de nubes, la más alta de hielo de amoniaco, en medio una de hidrosulfuro de amonio, y por debajo la más densa de agua.
Es por ello, que las nubes superiores de amoniaco juntamente a las neblinas dan a Júpiter su característico aspecto visual a través del telescopio. Pero, si tan solo fuera así, deberíamos ver un planeta fundamentalmente blanco, ya que las nubes de amoniaco son cristalitos de hielo blanco. Por este motivo, los científicos creen que deben de existir agentes colorantes mezclados con las nubes, produciendo el colorido y contraste entre bandas y zonas de Júpiter.
Pues bien, a pesar de todos los análisis espectroscópicos hasta el día de hoy, no han permitido conocer la naturaleza del planeta. Se cree que el color rojizo de la región de SEB debe formarse por reacciones químicas favorecidas por la acción de la luz solar o por el transporte vertical y mezcla de determinados compuestos desde los niveles más profundos de las nubes de agua, que posee Júpiter.
Cuando se habla de la desaparición de la SEB, en realidad lo que sucede es que la banda oscura se vuelve blanca. Los científicos opinan que las nubes superiores no cambian su altura, pero se vuelven más densas, mutando su color.
La teoría propuesta es que desde debajo de las nubes superiores se produce una inyección vertical de amoniaco fresco, que condensa y cubre las partículas oscuras que contienen el agente colorante.
Este fenómeno se produce cíclicamente, una vez cada 11 años, de una durada de un año, más o menos.
En conclusión, Júpiter es un planeta fascinante, fácil de observar y con misterios como este, permitiéndonos estudiarlo con tal de comprender el porqué de muchos sucesos de la atmósfera de nuestro propio planeta.
Vía | El País
2 comentarios
ósea que en pocas palabras es un efecto de coloración creado gracias a los rayos solares sobre la superficie del coloso…
Wow…
Hay una diferencia entre el júpiter del 2010 y 2009