Deshidratación en perros, detectando y curando el problema
La propia palabra deshidratación ya confirma que estamos ante un problema que puede llegar a ser grave, teniendo en cuenta que se trata de un inconveniente que da lugar cuando los cuerpos se quedan sin líquido, o tienen un bajo nivel de los mismos. En los perros también puede suceder, pero con la particularidad de que los animales no os dirán de su propia boca lo que les está pasando.
Para poder detectar que existe deshidratación en las mascotas, es evidente que primero tenemos que comprobar los síntomas que presentan. En este caso tenemos que comprobar que haya pérdida de apetito, pérdida de elasticidad en la piel, reducción de energía o letargo, depresión, o incluso mocos. Existen otros síntomas, por lo que os recomendamos tener en cuenta la actitud de las propias mascotas.
Por lo general, es suficiente con darle agua para que la deshidratación desaparezca. Sin embargo, puede ocurrir que el nivel de la dolencia haya llegado a un punto sin retorno en el que muestre síntomas más graves que los mencionados. Si esto es lo que está ocurriendo, significa que los electrolitos del sistema del perros están desequilibrados y es necesario que acuda al veterinario con el fin de recibir líquidos subcutáneos e intravenosos para restaurar el equilibrio de los propios electrolitos.
Causas de la deshidratación y cómo prevenirla
Las causas de la deshidratación son tan simples como el hecho de que el animal pierda agua hasta un cierto límite. Esto puede ser provocado por vómitos, golpes de calor, cáncer, diarreas, fiebre o diabetes, entre otros. Para prevenir este problema es suficiente con proporcionar al animal agua fresca y en buen estado que permita que los perros puedan estar siempre hidratados.
También es conveniente vigilar los recipientes en los que se echa el agua con el fin de evitar que se vuelquen. Además, si vais a salir de viaje es imprescindible que llevéis uno que permita que los animales se hidraten adecuadamente. Por último, evitad encadenar a los perros para que no estén expuestos a condiciones climatológicas demasiado adversas, y para que puedan acceder convenientemente a los recipientes de agua que les hayáis puesto.
Existen perros que pueden ser más vulnerables a la deshidratación como los cachorros de perro, los ancianos, los diabéticos y las embarazadas. Prestad atención a estos, especialmente, teniendo en cuenta que podrían tener necesidades más exhaustivas.
Vía | iHeartDogs
Fotos | Pexels – Pixabay | Pixabay – Irisdepiris
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