El 44% del agua que se consume en España es ilegal
Casi el 44% del agua que se extrae de los acuíferos cada año se hace ilegalmente y se dedica principalmente a cultivos de regadío, campos de golf y nuevos desarrollos urbanísticos. En España existen más de 500.000 pozos y se consume más del doble del agua de la necesaria.
El informe Cambio Global España 2020’s. El reto es actuar, presentado en el marco del noveno Congreso Nacional de Medio Ambiente, ha sido elaborado por la Fundación CONAMA y la Fundación General Universidad Complutense de Madrid, y concluye que «España no va bien» desde el punto de vista ambiental, porque aunque se ha hecho un gran esfuerzo en los últimos años, no es suficiente.
Los modelos de producción y consumo que tiene España, junto a la falta de una buena acción política ha provocado que se produzca un desbordamiento de los limites del medio ambiente. Todo esto provoca el cambio global al que se enfrenta el mundo entero.
Según este informe hay que actuar lo antes posible, para intentar abordar la situación. Para ello intentan llamar la atención del gobierno. De esta manera deberían aliarse el gobierno con los distintos partidos políticos para desarrollar un nuevo modelo de desarrollo económico sostenible.
Para realizar su diagnóstico, los autores han analizado distintas variables como la huella ecológica, el consumo energético, el agua, la biodiversidad o la contaminación del aire, sobre los que ya son evidentes los efectos del cambio climático.
En cuanto al agua, y basándose en los datos del informe de la ONG Transparencia Internacional presentado recientemente ante las Naciones Unidas, denuncia que en España existen más de 500.000 pozos no registrados (contabilizando solo aquellos de los que se extraen más de 7.000 metros cúbicos al año), lo que significa que nuestro país solo controla un 20% de los pozos existentes.
Si se mantiene el actual modelo de desarrollo económico, en el año 2015 harán falta cerca de 5.260 hectómetros cúbicos adicionales a los de 2001 para usos domésticos, industriales, agrarios y ganaderos.
En cuanto a la huella ecológica, en el caso de nuestro país es de 2,5 veces la capacidad del territorio, lo que significa que consumimos y contaminamos más del doble de lo que nos corresponde.
El director general de la Fundación General Universidad Complutense de Madrid, Ángel Martínez González-Tablas, ha incidido en que un diagnóstico de la actual crisis financiera que excluya la problemática ambiental es totalmente parcial y ha considerado que el actual modelo de producción y consumo es inviable a largo plazo.
En la misma línea, otro de los autores del informe, Fernando Prats, arquitecto urbanista y asesor de esa Fundación, ha señalado que no estamos solo ante una crisis económica, sino ante un cambio de época, y ha pedido un mundo «en el que seamos capaces de vivir en armonía con los límites de una biosfera que ya está agotada».
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