Entonces ¿cómo llegaron los gatos a América?
La llegada de los gatos a diferentes zonas del planeta es, en ocasiones, un misterio. Aunque ya se han puesto en marcha investigaciones con el fin de averiguar cómo es que su alcance es tan extenso. Respecto de América, al menos, tenemos más de una explicación.
En un principio, los científicos, entre los que se encuentran antropólogos y genetistas felinos, especulan con que los gatos podrían venir de un animal extinto desde hace muchos años, el miacis arbóreo, el cual se extinguió hace entre 40 y 50 millones de años. Se dice que fue un ancestro de animales como el oso, la comadreja, el zorro, el coyote, el mapache, el perro y el gato. De hecho, habría evolucionado de diferentes formas hasta convertirse en estas especies.
Los últimos descubrimientos confirman que los humanos, hace 9500 años y en Chipre, ya mantenían una relación estrecha con los felinos. Aunque se afirma que hace 12000 años ya se comenzó la domesticación de los gatos en la Media Luna Fértil, una región que abarca Egipto, Turquía, Líbano, Irak e Irán occidental.
La llegada de los gatos a América
Fue en el año 1600 y 1700 cuando los gatos dieron el salto a América. Los nuevos comerciantes y exploradores fueron a Estados Unidos, llevando a sus felinos e introduciéndolos en el país. De hecho, evidencias genéticas señalan que el gato doméstico en América evolucionó a partir del gato montés de Oriente Próximo, posiblemente del gato salvaje africano.
Eso sí, no hay que olvidar que los gatos se domesticaron después de los perros, aunque posteriormente también se convirtieron en buenos aliados de los humanos. Principalmente, porque ejercían como control de plagas.
Está claro que la amistad entre gatos y humanos llega hasta nuestros días. Incluso convirtiéndose en animales muy numerosos en determinadas zonas del planeta.
Vía | WUWM
Fotos | Pixabay – susannp4 | Wikimedia Commons – Straits Singapuras
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