Equinoterapia, una terapia beneficiosa para las personas con discapacidad
El uso de animales para aliviar las enfermedades en sus diferentes grados no es algo nuevo. Sin embargo, durante los últimos años la equinoterapia, es decir, el uso de caballos con el fin de ayudar en cuanto a las dolencias de las personas, ha resultado ser un gran «fármaco» que les echa una mano en gran medida. Y, de hecho, se ha demostrado también que estamos ante una de las mejores terapias para personas con algún tipo de discapacidad.
Siendo usada como terapia de rehabilitación, hablamos de un método que sirve para mejorar las capacidades neuromotoras, cognitivas y sociales de los usuarios. La equinoterapia es definida como las actividades realizadas utilizando caballos, y que claramente están destinadas a mejorar la calidad de vida de los participantes.
Dentro de la equinoterapia existe otra modalidad, la hipoterapia, destinada al tratamiento neurofisiológico de los usuarios. De hecho, en esta terapia participan personas con acondroplasia, hipotonía, retrasos psicomotores específicos y trastornos de coordinación, entre otros. La práctica desemboca en bastantes beneficios como la disminución de la espasticidad, la relajación de los propios participantes de la actividad, la mejora de la confianza y la autonomía, mejoras de la postura y, por supuesto, una mejora del equilibrio. Los expertos afirman que los efectos positivos que existen son visibles a nivel neuromotor, sensorial, cognitivo y social. Es evidente que es una actividad muy recomendable.
Equinoterapia social, otra terapia positiva
Finalmente hay que mencionar la existencia de la equinoterapia social, una actividad que consiste en que las personas participantes tomen el rol de cuidador de caballos, realizando las tareas de limpieza y cuidado de los equinos. De esta manera se fomenta su autonomía, su responsabilidad en cuanto al tratamiento de los caballos, y el compromiso con respecto del mundo. Es necesario tener una serie de habilidades para llevar a cabo estas actividades, por lo que también se fomenta la maduración del ser.
La equinoterapia social puede estar dirigida a determinadas personas, según el aspecto que se quiera potenciar, aunque los expertos la recomiendan con el fin de conseguir una mejora general.
De todas formas, sin importar si aplicamos la equinoterapia, la hipoterapia o la equinoterapia social, está claro que este tipo de actividades son muy positivas para las personas con discapacidad, ayudándolas a tomar mayores responsabilidades y potenciando su autonomía.
Fotos | Wikimedia Commons – karakal | Pixabay – Uki_71
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