Fenómeno de El Niño
Una de las manifestaciones naturales más mencionadas por los medios de comunicación es el Fenómeno del Niño. El mismo es el resultado de la interacción de la atmósfera y el océano, en el Pacifico Tropical. Su periodo de recurrencia varia entre 2 y 7 años, siendo más intenso cuando es menos frecuente. El fenómeno inverso recibe el nombre de Niña y corresponde al periodo en que los vientos del Este tienen mayor intensidad y retienen la masa de aguas calidas en la zona de Australia.
¿En qué consiste?
Los vientos del Este o alisios tienen dirección NE – SO. Al correr en la región del Pacifico, empujan agua superficial calida hacia la región de Australia. Así, se produce una acumulación de agua, que puede tener hasta unos 25 cm. de elevación y unos 5º C sobre los valores normales.
Esta gran masa de agua ‘caliente’ irradia calor hacia la atmósfera que, al elevar su temperatura, disminuye la presión y se crea un centro de baja presión o ciclónico. Paralelamente, aumenta la evaporación y la nubosidad, reteniendo calor y retroalimentando el proceso en la baja atmósfera.
Las precipitaciones son, en consecuencia, mayores que la media normal. Esto explica que, cuando la presión es baja Australia, en Buenos Aires (por ejemplo) es alta y viceversa.
La circulación oceánica permanente corresponde a la Corriente Ecuatorial, que desplaza la masa de agua en dirección O-E, junto con ella, el centro ciclónico se desplaza hasta las costas de Sud América.
Esto produce la inversión de presión atmosférica y un incremento de las lluvias en nuestro continente, inversamente, la región occidental. Del Pacifico se comporta como un centro anticlónico y predominan las sequías.
Estos fenómenos de gran escala permiten comprender la importancia del agua y las corrientes marinas en la moderación del clima del planeta y la transferencia de calor de una región a otra.
Fuente | Alertas Ambientales
Foto | Flickr – I’mBatman
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