Frutas maravillosas
En ocasiones es maravilloso ver como se combinan el arte y la ciencia. Un encargado de unir estos universos es Rob Kesseler, quien, junto con el botánico Wolfgsang Stuppy editaron el libro Fruit. Compartimos contigo algunas de sus maravillosas imágenes.
Zarzamora. La variedad de zarzamora Rubís phoenicolasius es un tipo de zarzamora muy común en China, Japón y Corea. El conjunto se encuentra formado por un grupo de pequeñas bayas carnosas y comestibles cada uno con su propio tallo.
El fruto de la frutilla, Fragaria ananassa se forma a partir de la zona basal de la flor. Ésta crece y se vuelve carnoso mientras que las semillas se quedan en su superficie.
Los estepas secas de Crimen son el hogar de la Rumia crithmiolia. Se trata de una planta de la familia de la zanahoria. Sus frutos recuerdan a un cerebro humano. Las esponjosas circunvoluciones de su superficie favorecen la dispersión aérea.
Estas legumbres retorcidas de la Acacia vittata tiene sus orígenes en Australia. Las mismas se abren al alcanzar su madurez. Las semillas liberadas tienen cebos para atraer a las hormigas y conseguir que estos insectos las dispersen.
La semilla de la acacia majorera, Acacia cyclops, esté rodeada por un aro de color naranja que es muy carnoso y nutritivo. Según se sabe es un manjar para las aves. La simiente usa así sus intestinos para diseminarse.
Las finas membranas del fruto de la Scabiosa crenata o farolito, es típica del Mediterráneo, son una especie de paracaídas que le permite permanecer más tiempo en el aire y así poder llegar más lejos.
Fuente | Fruit – Rob Kesseler y Wolfgsang Stuppy. Londres 2008