Una gamba antártica tiene la llave para acabar con el plástico en el mar
A pesar de ser un producto usado ampliamente por los seres humanos por su versatilidad y lo barato que resulta producirlo, el plástico es a su vez uno de los mayores desafíos al que nos enfrentamos como especie. Esto se debe a que la degradación de este componente es extremadamente larga, capaz de permanecer en el planeta inalterable durante periodos de tiempo inusitadamente largos, lo que se traduce en un problema de sostenibilidad y contaminación que no deja de crecer a cada día que pasa.
Este problema no solo ocurre en tierra firme, ya que los plásticos también llegan a los mares donde quedan a la deriva y causan graves problemas a la fauna marítima. Sin embargo, la solución a este problema podría encontrarse precisamente en el océano, donde habita una pequeña gamba que guarda un increíble e insólito secreto en su interior.
Un grupo de científicos encabezado por Amanda Dawson, de la Universidad Griffith (Australia), ha descubierto que el krill antártico (Euphausia superba) es capaz de alimentarse plásticos de pequeño tamaño y procesarlos transformándolos en nanoplásticos. Una capacidad sorprendente que, a pesar de no solucionar el problema, podría reducir de forma notable el volumen de estos residuos.
Esta reducción en el volumen del plástico puede llegar a ser un proceso que desencadene en la degradación completa de los mismos, lo que permitiría que dejasen de ser una amenaza para el medio ambiente. Sin embargo, los científicos detrás de este descubrimiento alertan de que el problema no desaparece por reducir el plástico a fragmentos diminutos, ya que se a pesar de tener este tamaño reducido pueden seguir teniendo efectos nocivos en otros animales.
Pese a todo, se abre una puerta a nuevas investigaciones que permitan usar al krill antártico y otras especies similares para luchar contra la amenaza silenciosa que los plásticos suponen para todo el medio ambiente.
Fuente | La Vanguardia
Fotografía | Wikimedia Commons
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