Grefa salvó a 5.244 animales en 2016
Las acciones de los grupos ecologistas constituyen uno de los principales focos de ayuda que recibe el mundo natural frente a la acción del ser humano. Ya sea desde la reivindicación activa de medidas de protección o la acción directa, estos grupos consiguen mitigar de algún modo las acciones del ser humano sobre la naturaleza. Grefa es una de las agrupaciones españolas más activas y cuyos planes de acción son más directos, ya que gran parte de su labor pasa por atender y curar a los animales salvajes que llegan hasta sus instalaciones.
Grefa ha desvelado que en el periodo correspondiente a 2016 atendió a un total de 5.244 animales, a los que curó de distintas dolencias y afecciones. Una cifra que se incrementa hasta los 5.600 si se tienen en cuenta a aquellos que llegaron muertos y a los que se les practicó necropsias para esclarecer los motivos de su fallecimiento. Un volumen de actuaciones que se resume en 14 intervenciones diarias a lo largo del año pasado.
Una labor que es fruto del trabajo desinteresado de los voluntarios y los miembros de Grefa, ya que según denuncia la agrupación no reciben ayudas institucionales por parte de la Comunidad de Madrid. «Mientras tanto va a más la falta de apoyo a nuestra labor por parte de los organismos de la Comunidad de Madrid encargados en teoría de velar por la vida silvestre, a pesar del servicio que una ONG como la nuestra presta al hacernos cargo del rescate y atención de la fauna salvaje más necesitada de la región, incluidas a menudo especies catalogadas como amenazadas», denuncia Fernando Garcés, secretario general de GREFA.
“La prioridad es devolver a su hábitat natural a la fauna que atendemos, una vez que vuelve a alcanzar las condiciones idóneas para la vida en libertad”, indica Garcés. De los 5.244 ingresos de animales, 4.687 correspondieron a aves, 350 a mamíferos, 198 a reptiles y 9 a anfibios. Las causas para su ingreso son diversas, pero tienen en común que están causadas de una forma u otra por el hombre. “Venenos, cazadores desaprensivos, electrocuciones o colisiones con tendidos eléctricos, atropellos, trampas y transformaciones del entorno” son solo algunas de ellas.
Fuente | Grefa
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