Hormigas, fuerza de titanes

Cuando, a través de un terreno cubierto de hierbas, una hormiga lleva una mariposa muerta 25 veces mayor que ella necesita desarrollar una fuerza enorme y mucha habilidad. Esta tarea puede compararse a la de un hombre arrastrando un avión a través de la selva virgen.

La hormiga no intenta cargarse al insecto a su espalda, pero lo arrastra, lo empuja, lo suelta y lo vuelve a levantar. Sus patas se agitan a través de todos sus obstáculos mientras su cabeza dirige la carga. Si es necesario, la hormiga levanta la mariposa con tres de sus patas, mientras que ella misma se mantiene en equilibrio sobre las tres restantes. Sus antenas, eventualmente pueden servirle de soportes suplementarios, pero ordinariamente se afanan en palpar el terreno, según un método común todos los insectos para orientarse y hallar el camino debe antes evaluar el terreno.

Una hormiga, cuando hace estos acarreos se puede comparar a un equipo de ocho trabajadores. Los dos primeros, colocados delante sirven de guía. Son las antenas. Cuando toman contacto con los obstáculos que se presentan, parecen un par de patas marchando que tiran de la carga. Extendido hacia delante, este primer par de patas tira hacia sí el resto del cuerpo, a la manera que un remo atrae hacia sí el peso de la embarcación. El par de patas centrales aseguran el desplazamiento y el equilibrio, soportando al mismo tiempo el peso del cuerpo. Estos son los portadores.

Finalmente, el último par de patas es el de los que empujan. Tomando apoyo lejos, tras el cuerpo, lo empujan hacia delante con golpes enérgicos. Trabajo combinado de estos cuatro pares d trabajadores le permite a la hormiga efectuar sus increíbles transportes.

La hormiga arrastra su cara, sola, durante largos recorridos pero cuando se halla cerca del hormiguero, sus hermanas tienen en su ayuda. El trabajo solitario o en equipo es practicado igualmente entre las hormigas.

Fuente | Maravillas de la Naturaleza

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