El infierno de Yellostowne

El infierno de Yellostowne

Escrito por: Carlos Limón    30 julio 2009    2 minutos

¿Quién no recuerda al Oso yogui danzando tan campante por el parque de Yellostowne? La tranquilidad de este personaje de ficción podría acabar si el gran volcán que guarda en sus entrañas entra en erupción.

Este volcán se avisto en la época de las expediciones del siglo XIX, esas que plasmó con maestría en sus cuentos de Jack London. Con un par de mochilas, unas bermudas y un rifle, los buscadores del siglo XIX se montaban una expedición. A finales de la década de los 80 del siglo, Gustavus Doene, un teniente del ejército, analizó el curioso terreno del Parque Natural. El perfil geográfico mostraba dos grandes formaciones rocosas con un extenso valle en el centro. Eso sólo podía ser fruto de un gigantesco volcán. Para desgracia de todos, el teniente estaba en lo cierto.

Su escasa actividad parecía haberlo extinguido. Para mayor preocupación de los biólogos este no es un volcán cualquiera si no un supervolcán, que cuando entra en erupción lo hace de forma violenta y precipitada. Según los expertos, Yellostowne ha eruptado tres veces: La primera hace 21 millones de años, una segunda hace 1 millón de años y la última tan sólo hace 640.000 años. De esta forma los científicos han podido constatar su probada actividad volcánica.

El cambio climático acelera los procesos. Tanto es así, que ahora mismo el suelo de esta región de Wyoming soporta entre 30 y 40 veces más calor que la media de América del norte, por lo que una posible erupción devastadora podría no estar demasiado lejos. Tanto calor emite, que un metro cuadrado podría alumbrar una bombilla de 100 vatios.

Los cálculos anuncian que una explosión en el parque equivaldría a mil bombas de Hiroshima por segundo y las cenizas y el gas ensuciarían la atmósfera convirtiendo a la zona en irrespirable. Sólo falta que ocurra.

Vía | El mundo.es