Lagartos del desierto
El lagarto carnudo busca las hormigas y las orugas sobre la superficie del suelo, ya que hocico se encuentra a este nivel. Su cuerpo ancho y aplanado, cuyo color se confunde con el del desierto, está armado con espinas y pinches, un excelente medio de defensa para las serpientes.
Otro lagarto más grande, el helodermo, mide aproximadamente 45 centímetros de largo. Gordo y flojo como una bolsa de harina, gusta de tenderse a la sombra moteada de un creosoto. Allí se arrastra lentamente a la busca de un ciempiés, cuyas extremidades ágiles se persiguen unas a otras, como las ruedas de un tren. Un movimiento del helodermo y se lo traga entero. Sin embargo, cuando el helodermo encuentra huevos de lagarto o de una serpiente pequeña, entonces deja que los ciempiés corran a su antojo.
Este animal de desierto, se encuentra perfectamente adaptado a este ambiente gracias a una protección aislante natural. Se trata de una gran cantidad de pequeñas escamas multicolores, por su parte superior redondas como perlas, que recubren su dorso y lo preservan del sol. Al helodermo le gusta sentarse a la sombra de algún creosoto ya que ahí encuentra más ciempiés que en cualquier otra parte.
Fuente | Revista Genios