Lagópedos y armiños, se adaptan a las diferentes temperaturas
El lagópedo es un ave que tiene plumas que van cambiando de color pardo a color blanco, esto les permite camuflarse en la nieve. Para poder tolerar los climas tan fríos las plumas que tienen en sus patas y las que se encuentran pegadas a su piel les posibilitan conservar el calor corporal. Son como una especie de aislante que ayudan a mantener el aire caliente dentro. Estos animalitos realizan sus madrigueras en la nieve, que son menos frías que se las hicieran afuera.
Otro animal que se vuelve blanco en invierno es el armiño, lo curiosos es que su cola se queda todo el año de color negra. Esta característica los convierte en un excelente señuelo durante los ataques de los depredadores voladores, por ejemplo, a los halcones les resulta más difícil atrapar a un armiño con cola negra que a una comadreja que es totalmente blanca. La punta de color negra llega a confundirlos, pues ven que su presa se mueve en una dirección pero que la cola se encuentra ondeando en la dirección opuesta. Esta confusión evita que el halcón atrape al armiño y si puede llega a atraparlo seguramente atrapará su cola y no su cuerpo, permitiéndole al armiño tener una posibilidad para luchar y escapar.
Lagópedo: vive en las praderas alpinas y zonas rocosas arriba de los bosques. Llega a medir 40 cm. de largo
Armiño: habita en ciénagas y zonas rocosas cercanas a bosques. Los machos miden entre 30 y 40 cm. y pesan 3 kilos. Las hembras son más pequeñas.
Fuente | National Geographics Kids