Lamprea, el vampiro marino

Lamprea, el vampiro marino

Escrito por: admin    9 mayo 2009    2 minutos

Las lampreas son unos de los peces más primitivos que conocemos. Sus características físicas nos recuerdan otra época pasada y nos sorprenden. Por ejemplo, no poseen branquias, disponen de siete agujeros en sus flancos por los que respiran, no poseen mandíbulas sino un agujero con dientes cónicos, carecen de escamas, de cerebro y espina dorsal. Hay al menos 40 especies en el mundo aunque nos vamos a centrar en la más habitual en la península, la Petromyzon marinus.

Igual que sorprendentes son las características morfológicas de las lampreas, sorprendente es su vida. Nacen en los ríos, donde permanecen en torno a cinco años de su vida. En esta primera etapa son ciegas y se alimentan filtrando pequeños animales con unos barbillones que más adelante perderán. En esta fase se les llama ammocetes y son tan diferentes a sus padres que al principio los científicos las clasificaron como diferentes especies.

Una vez alcanzados unos veinte centímetros aproximadamente, las pequeñas lampreas emigran al mar donde desarrollarán una vida complemente diferente, se vuelven parasitarias. Con su boca en forma de disco y sus poderosos dientes se pegan al lomo de otros peces y se alimentan de su sangre y sus líquidos vitales hasta matarlos, acto que pueden durar desde horas hasta semanas dependiendo el tamaño de su victima. Cuando alcanzan alrededor del metro de largo las lampreas vuelven al río para procrear. Allí construyen un nido con su pareja y mueren.

Las lampreas eran muy conocidas en la antigüedad culinariamente, eran consideradas auténticos manjares. Hoy en día es mucho menos reconocida pero quedan zonas donde aun se conserva la tradición, como en Galicia, regiones de Portugal, o en Borgoña (Francia). Si tiene la ocasión prueben la lamprea a la bordelesa (cocinada con su propia sangre). Mucho más exquisita de lo que su nombre sugiere.

Vía | Wikipedia