¿Los peces sienten dolor?

¿Los peces sienten dolor?

Escrito por: Ildefonso Gómez Herrera    28 marzo 2020    2 minutos

Un estudio confirma que los peces sienten dolor, además de cambiar su comportamiento en caso de sufrir situaciones dañinas.

Que los peces sientan o no dolor se ha convertido en un debate bastante interesante. Y es que la gente piensa que, en el caso de que se les provoque algún tipo de daño, se les debería dejar en paz. Ante esta posibilidad, lo cierto es que es imprescindible mirar el tema desde un punto de vista científico.

Por un lado vamos a destacar el hecho de que muchas personas dicen que, cuando pescan, lo hacen por diversión debido a que «los peces no sienten«. Un argumento que ya en 2019 se desmentía y, a la par, se confirmaba que estos animales sienten el dolor de una manera muy parecida a la que lo hacemos nosotros. El estudio al que hacemos referencia confirma que el dolor de los animales es indispensable para que puedan sobrevivir, ya que a través del msmo evitan lesiones y son capaces de detectar estímulos que podrían resultar dañinos.

La ciencia ha sido muy clara al respecto del dolor en peces:

Si una lesión está acompañada de un componente afectivo negativo y el comportamiento futuro del animal se altera, se puede concluir que el animal experimentó la incomodidad asociada con el dolor.

El dolor en los peces les ayuda a aprender

Peces

El estudio va más allá y concluye que el dolor no solo está presente en los peces, sino que también les ayuda a aprender de diferentes situaciones.

Por una parte, provoca que realicen cambios tanto en la conducta como fisiológicos, adaptándose a lo que ha sucedido. Un ejemplo: pueden tener una actividad reducida, comportamientos protectores y una cierta suspensión de su comportamiento normal, después de haber sufrido dolor.

No hay que descartar el hecho de que se ha proporcionado medicamentos a algunas especies que han sufrido dolor: concretamente, analgésicos que han evitado que los peces aumenten su tasa de ventilación y los comportamientos anormales que provocarían estímulos nociceptivos. La respuesta de los animales no solo ha sido positiva, sino que han seguido buscando la presencia de estos medicamentos.

La conclusión que extraemos es que efectivamente los peces pueden sentir dolor, cambiando su manera de comportarse e intentando aliviarse después de sufrir situaciones dolorosas.

Vía | The Royal Society Publishing
Fotos | Pxfuel | PublicDomainPictures – Circe Denyer

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