Un mundo vegetariano

Los expertos mundiales en cambio climático hablando por la voz de Lord Stern, nos advierten reiteradamente acerca del peligro hacia el cual se aproxima el planeta, si los seres humanos continuamos perseverando en nuestras costumbres irrespetuosas con el medioambiente; y especialmente, se refieren a nuestra dieta carnívora como una de las principales amenazas para todas las especies.

La ingestión masiva de carne animal es uno de los principales factores de la contaminación ambiental y de la emisión de gases de efecto invernadero, es un hecho científicamente comprobado. Lord Stern ha dirigido sus advertencias de manera particular, a los consumidores británicos de productos cárnicos.

Este caballero británico se dirigió a los consumidores de carne en Reino Unido apelando sobretodo, a su conciencia de conservación de los recursos. Mediante explicaciones concretas acerca de la producción de los gases tóxicos, derivados de la fabricación para el consumo humano de animales como la vaca y el cerdo, Stern advirtió incluso, que el hábito de consumir carne llegará a ser visto con la misma óptica que un conductor ebrio.

Stern advierte que si continúa sin cambios la producción de carnes en las granjas, los precios lógicamente tenderán a subir, como consecuencia directa del gasto energético insostenible. El ex director del Banco Mundial, ha puesto sus esperanzas para que a partir de la cumbre de Copenhague, el consumo de carne sea inferior al índice actual.

Lord Stern explicó literalmente que los consumidores debemos estar en conocimiento de los grandes costes que genera la producción de carnes. “Un despilfarro de agua y genera gran cantidad de gases de efecto invernadero”. Pero una reflexión más profunda sobre esta situación, como consumidores y observadores de la realidad circundante, nos tiene que mover a preguntarnos, ¿cuál es el verdadero interés de la élite para conmover a la opinión pública en contra del consumo de carnes?

Ciertamente, los actuales medios de producción masivos de carnes no respetan en absoluto las mínimas medidas ecológicas. Sin embargo, en toda la historia de la humanidad, no se ha conocido nada similar a lo presente, cuando un grupo de cazadores siberianos mataban a un ciervo almizclero, en mitad de la estepa, seguramente no se escapaba ni un solo gas tóxico a la atmósfera.

Entonces nosotros, mentes analíticas que gustamos de escudriñar la realidad, no podemos evitar preguntarnos ¿cuál es el propósito de esta cruzada contra el consumo de carnes? No estamos, por supuesto, a favor de la inhumana matanza de focas en los mares de Dinamarca, donde por extraña casualidad del destino se realiza esta supuesta cumbre a favor de la preservación de la vida, las especies y el planeta.

Arrojamos a partir de esta bitácora una reflexión a sus conciencias. Leamos entre líneas, busquemos la verdad. No nos conformemos con las palabras y argumentos que agitan nuestros temores; sobretodo si las esgrimen representantes conservadores de las élites, las mismas que han permitido, impulsado y promovido la explotación desmedida de los recursos de la tierra, que ahora pretenden proteger.

Vía | dailymail.co.uk

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