El olor delata a las presas de las aves insectívoras
Un grupo de investigadores españoles ha realizado un hallazgo interesante al descubrir que las aves insectívoras detectan a sus presas mediante el sentido del olfato. Aunque en un principio pudiese parecer que este sentido estuviese poco desarrollado en los pájaros, lo cierto es que las evidencias científicas empiezan a demostrar lo contrario.
La investigación realizada por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) se centró en dos especies comunes y con una dieta que se fundamenta en el consumo de insectos: el herrerillo y el carbonero. Para realizar este experimento, se utilizaron las feromonas que la de polilla de invierno (Operophtera brumata) utiliza durante la época de apareamiento para atraer a los machos.
Estas feromonas se utilizaron sobre unas réplicas realizadas en plastilina de las orugas de polilla de invierno. Estas fueron colocadas estratégicamente en las ramas de los árboles junto a unos dispensadores de feromonas que impregnaban de este olor las réplicas de las orugas. Estos cebos fueron atacados en mayor medida cuanto más cerca estaban del dispensador, mientras que las que estaban más lejos pasaban más inadvertidas para herrerillos y carboneros.
La investigadora del MNCN Irene Saavedra señala que a raíz de los resultados es posible «concluir que las aves son capaces de detectar las señales químicas que emiten sus presas durante la búsqueda de pareja para maximizar la búsqueda del alimento«. Una revelación de gran calado, ya que tradicionalmente se pensaba que las aves carecían de sentido del olfato y que se suma a otras investigaciones que apuntaban a que este tipo de pájaros eran capaces de detectar las señales químicas de los árboles atacados por orugas.
Fuente | Efe Verde
Fotografía | Wikimedia Commons
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