El orangután de Tapanuli, en peligro por la construcción de una presa en Indonesia
Se estima que, en el mundo, existen menos de 800 ejemplares del orangután de Tapanuli. Y, por eso, se ha convertido en una especie en peligro de extinción que está siendo bastante protegida por entidades de todo el planeta. Sin embargo, en la provincia indonesia de Sumatra del Norte está nuevamente en peligro. La razón está en la construcción de una presa hidroeléctrica que ya está siendo motivo de denuncias por posibles irregularidades, presiones a los activistas y acusaciones de daños a los habitantes de la zona.
Las obras de construcción de la presa comenzaron en 2017, y han provocado daños en el hábitat del orangután del que hablamos. De hecho, según los científicos, es posible que aumente la fragmentación de la población de simios, exponiéndoles aún más a la caza furtiva y a los conflictos con agricultores. La situación se hace más difícil.
Hay que tener en cuenta que la presa hidroeléctrica se está construyendo en Batang Toru, una zona llena de bosques tropicales con bastante biodiversidad y mucha actividad sísmica. Se prevé que la construcción haya finalizado en 2022, aunque por el momento solo podemos ver un claro en la selva. eso sí, hay que tener en cuenta que a pocos kilómetros de la zona viven todo tipo de animales, incluyendo especies en peligro de extinción. Por lo tanto, hay que tener cuidado con su supervivencia.
Los orangutanes están en peligro
El principal daño reside en que la construcción eliminará una parte del hábitat del orangután de Tapanuli, lo que a su vez provocará más situaciones de peligro. Incluyendo aquellas que podrían dar lugar cuando tengan presencia en las aldeas cercanas.
En julio de 2019 20 científicos enviaron una carta al presidente de Indonesia para que no construyera la presa: «El proyecto es el último clavo en el autaúd de la especie«. Hay que tener en cuenta que esta requiere de una población mínima de 500 orangutanes para que exista una viabilidad genética. Además, las personas también se verán afectadas debido a que cerca existen plantaciones de aceite de palma. La construcción «está secando las reservas de agua y ha disminuido la cantidad de pesca«.
Lo cierto es que la situación comienza a ser límite, tanto para los orangutanes como para las propias personas. Habrá que seguir haciendo esfuerzos para solucionar los problemas encontrados.
Fotos | Wikimedia Commons – Tim Laman | Wikimedia Commons – Tim Laman
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