Pamukkale, un precioso paraíso natural de Turquía
A una media hora de la ciudad de Denizli, al suroeste de Turquía y junto al yacimiento de Hierápolis, nos encontramos con uno de los más bonitos paraísos naturales del mundo, y es que Pamukkale, literalmente castillo de algodón en su idioma local, el turno, constituye un lugar único que es visitado por millones de personas al año.
Nos trasladamos hasta el valle del río Menderes para descubrir unas fuentes termales que ya desde la antigüedad eran conocidas. De hecho, son muchísimas personas las que han peregrinado hasta ellas a lo largo de la historia en busca de presenciar su belleza o en busca de algún remedio curativo para sus enfermedades. Estas fuentes termales aparecieron gracias a los movimientos tectónicos que tuvieron lugar en la depresión de la falla de la cuenca del río y hoy en día forman un increíble espectáculo para todos los sentidos, sobre todo para el visual.
Sin embargo, antes de ser declarado Patrimonio de la Humanidad, Pamukkale estuvo tan descuidado durante las últimas décadas del siglo XX que muchos turistas se quejaban del sitio y dejaban de recomendarlo como visita. Dicho paraíso natural estuvo decayendo hasta que la UNESCO puso sus ojos en él y se interesó en restaurarlo. Hoy en día nos encontramos con lo que parece ser una serie de terrazas escalonadas llenas de agua con alto contenido cálcico y bicarbonato, las cuales producen el efecto de una cascada blanca sobre la ladera de la montaña formando un paisaje que, sin duda alguna, merece la pena ser contemplado alguna vez en la vida.
Vía | Wikipedia
Foto | Flickr-Esther Lee