Un pez caníbal

Un pez caníbal

Escrito por: Carlos Limón    30 julio 2009    2 minutos

La perca del Nilo avanza inexpugnable sobre las aguas del Lago Victoria. La segunda reserva de agua dulce del mundo se pudre por la acción de un pez que desde 1950 mata a las especies autóctonas. En estas aguas, sólo nadan estas gigantescas percas. Algunas pueden alcanzar hasta los dos metros de longitud. Carne fresca para comerciar en Europa, mientras África se come las raspas.

La paradoja se extiende
Mientras este pescado revienta el ecosistema, el río se convierte en una charca embarrada. Dicen que la introdujo un funcionario occidental a mediados del siglo XX. 50 años y más de 200 especies extinguidas después, la perca del Nilo se ha convertido en el centro de atención. Si en 1970 este pez suponía el 35 por ciento del total de la pesca, hoy supera el 60 por ciento del total de pescado capturado. Se han acabado los nichos ecológicos y sus aguas se convierten en lodo, perdiendo todo su oxígeno. Otros predadores llaman a la puerta. Los expertos confirman que en el lago han aparecido cocodrilos .

Un futuro incómodo
Multitud de precarios puestos de trabajo se crean a partir de la explotación de este pez, que se vende en los restaurantes europeos como mero. Los resultados son concluyentes: 50 toneladas de perca por avión se envían a occidente. Se ha creado una fuerte industria privada que se fortalece por la demanda de pescado. Se calcula que hasta dos millones de personas comen al año este pez como si se tratase de un pez inofensivo.

La perca afecta a la vida de otras especies. Los perros se hacinan en las orillas intentando saborear las enormes raspas, si tienen suerte de que no se las quite el hombre, que también tiene que comer.

Vía | ElPais.com