La pirotecnia, un gran peligro para las mascotas
Este año el inconveniente está siendo más llamativo que nunca. Hablamos del uso de la pirotecnia. Ya sabéis que se trata de algo habitual en determinados eventos pero que, sin embargo, puede provocar más de un susto. Sobre todo a las mascotas. Por lo general, cuando un perro o un gato escucha cómo explotan los cohetes o hay explosiones, suelen ponerse muy nerviosos, a veces incluso entrando en estado de pánico. Algunas asociaciones de protección de los animales ya se han quejado.
La principal molestia que argumentan los dueños de mascotas que se han quejado es conocida: cuando se pone en marcha la pirotecnia, los animales se ponen muy nerviosos, intranquilos, ladrando o actuando como si fuera a pasar algo. No hay que olvidar que los ruidos excesivos también tienen consecuencias imprevisibles. Por ejemplo, los aparatos auditivos pueden quedar seriamente dañados. En algunos casos, los animales incluso mueren debido al estrés.
No hay que olvidar que, ante este tipo de situaciones, los animales tienen cierta sensibilidad: piensan que corren un serio peligro. La pregunta que nos hacemos es ¿cómo actuar si el animal se pone excesivamente nervioso? Simplemente hay que demostrarle que no pasa nada malo, por lo que las caricias y acercamiento suelen tener efectos positivos. Si nosotros mismos nos mostramos tranquilos, el animal adquirirá cierta confianza, a veces incluso no entrando en pánico.
También existe un método de prevención. Si tenemos las herramientas suficientes, es posible enmascarar los ruidos excesivos subiendo el volumen de la televisión, la música, o simplemente cerrando las ventanas. El fin es que los animales no escuchen la pirotecnia.
En todo caso, mencionar que las quejas más recientes están provocando que la forma de poner en marcha la pirotecnia sea ligeramente diferente, a cada momento que pasa. Los encargados de la misma tienen más cuidado, evitan detonar los explosivos cerca de animales, e incluso dan consejos para que las mascotas no pasen un mal momento. De cualquier forma, todavía queda mucho trabajo por delante.
Foto | Pixabay – luisqb
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