¿Por qué los humanos no somos peludos?

¿Por qué los humanos no somos peludos?

Escrito por: Rebeca   @dqtqjas_rbk    8 septiembre 2009    3 minutos

A día de hoy poca gente duda aún del parentesco existente entre humaos y primates. La Teoría de la Evolución de Darwin demostró que el hombre, ese ser que se cree superior a los demás animales que viven en la Tierra, desciende de los ‘monos’. Pero cuando vamos a un zoo o vemos documentales sobre primates vemos muchas diferencias entre ellos y nosotros, una de ellas es la cantidad de pelo que tenemos.

Según dos grupos de investigadores analizando el ADN han propuesto una serie de respuestas para preguntas como ¿cuándo perdimos el pelo los humanos? ¿cuándo comenzamos a usar ropas para cubrirnos?

El doctor Alan R. Rogers, geneticista evolutivo de la Universidad de Utah, ha llegado a figurarse cuando se produjo la pérdida del pelo corporal gracias a un método indirecto que depende del gen que determina el color de la piel. El doctor Mark Stoneking del Instituto de Antropología Evolutiva Max Planck en Leipzig, Alemania, cree haber establecido el momento en que los humanos se vistieron por primera vez. Su método también es indirecto, tiene que ver con el estudio de la evolución del piojo corporal humano, que solo infesta las ropas. Y por si esto no fuera poco, un trcer grupo de investigadores ha intentado dar respuesta al por qué el ser humano perdió el pelo, recuperando una sugerencia de Darwin.

Una sugerencia más o menos aceptada entre los entendidos sostiene que perder nuestro vello corporal ayudó a nuestros lejanos ancestros a mantenerse frescos la primera vez que se aventuraron fuera da sombra protectora del bosque y cruzaron la tórrida sabana africana. Pero la pérdida del pelo no resulta precisamente una bendición a la hora de regular la temperatura corporal, ya que la piel desnuda absorbe más energía del calor del día y pierde más durante el frescor de la noche.

El doctor Mark Pagel de la Universidad de Reading (Inglaterra), y el doctor Walter Bodmer del Hospital John Radcliffe (Oxford), propusieron una solución diferente. Su idea, en caso de ser cierta, va más allá explicando actitudes contemporáneas frente al hirsutismo. Los humanos perdieron su pelo corporal, sostienen, para liberarse de los parásitos externos que infestaban su pelaje como son los piojos, pulgas y garrapatas y por supuesto las enfermedades que transmitían.

Una vez que la pérdida de pelo surgió a través de la selección natural, sugieren Pagel y Bodmer, se vio regulada por la selección sexual, es decir el desarrollo de rasgos en un sexo que atraían al otro. Entre los recién aparecidos humanos sin pelaje, la piel desnuda podría haber actuado como una señal de salud y de ahí su éxito evolutivo hasta nuestros días.

Existen varias incógnitas que la nueva teoría debería explicar. Uno de estos misterios sería el por qué la evolución permitió que mantuviéramos nuestro vello púbico. Los doctores Pagel y Bodmer sugieren que estas regiones húmedas, densas en glándulas sudoríparas, sirven como plataformas de lanzamiento para las feromonas y de ahí que se mantuviera el vello púbico.

Otro de los enigmas es el por qué tienen las mujeres menos vello corporal que los hombres. Aunque ambos sexos prefieren que el otro tenga menos pelo, la presión de la selección sexual en este caso, podría ser mayor en las mujeres, bien sea porque los hombres han poseído más poder de decisión en el pasado o porque tuvieran un mayor interés en los atributos físicos.

Es bastante curioso ver que como hoy en día aún mostramos reflejos de esa selección sexual, las mujeres (y cada vez más hombres) nos depilamos el vello para parecer más femeninas y sensuales y atraer así a los hombres. O lo es lo mismo y traducido en ciencia querría decir ‘soy una mujer sana con la que copular’.

Vía | The New York Times

un comentario

  1. tomas dice:

    esta todo mal, el hombre no desciende del mono, desciende de un ancestro común.
    Los monos no son hominidos.