Los problemas de una sequía en Barcelona
Barcelona no estaría en capacidad de afrontar una gran sequía. Si bien en la actualidad se puede dar respuesta es esta situación, desde la desalinizadora de El Prat y con los recursos de los embalses del Ter y el Llobregat se cree que no se podría soportar una crisis de tres años. Esto se supo por un informe de Recursos Híbridos en Catalunya de la Cambra de Comerc de Barcelona.
Dentro del periodo de 1982 y 2010 la zona central de Catalunya pasó el 20 por ciento del tiempo bajo una notable sequedad sin que esto causara que se debieran suspender el suministro.
Lamentablemente la luz roja parece encenderse una vez cada cinco años. Si bien es cierto que los embalses parecen estar más llenos que en otras épocas y no existen mayores problemas de abastecimiento en un futuro cercano, este no es un tema que debamos subestimar porque los recursos naturales no brindan el nivel de garantía necesario. Seria ideal contar con un colchón más seguro dando los riesgos asociados a la menor disponibilidad de agua.
Se estima que el déficit de agua dentro de Barcelona se hará notable para el año 2015. Esta estimación es similar al que cuenta el plan de gestión de las cuentas de Catalunya que redactó el gobierno tripartito en 2010, en el cual se busca la construcción de dos desalinizadoras más (en el Cunit y en el Tordera).
Josep Dolz, académico de la UPC asegura que: «Los déficits no se solucionan con más embalses, con más depósitos. Simplemente, es que nos falta agua, sobre todo para cubrir la demanda en momentos determinados. Para estos episodios de sequía necesitamos recursos adicionales de manera ocasional, no continua«.
Vía | La Vanguardia
Foto | Flickr – Ajgelado