Por qué llevarse conchas de las playas podría tener efectos negativos
Es una tentación que siempre tenemos, cuando vamos a cualquier playa. Llevarse las conchas marinas que hay presentes en estos sitios, pensamos, es algo que casi todo el mundo ha hecho. De forma inocente, claro, ya que por aquél entonces desconocíamos que este acto puede llegar a tener efectos muy negativos, para los lugares en los que se pueden encontrar los objetos.
Veamos los ecosistemas que hay en las propias playas, los cuales son una parte imprescindible de los océanos. Y estos, a su vez, son un factor clave a la hora de realizar la termoregulación del planeta, teniendo su punto de influencia sobre el clima planetario. Teniendo en cuenta esto, ya podemos ir haciéndonos una idea de por qué es mala idea que nos llevemos conchas marinas de las playas.
Vamos a mencionar un factor clave: la arena de la playa está compuesta por restos arrastrados de los ríos, por conchas marinas que han sido parcialmente erosionadas e, incluso, por restos vegetales. A primera vista, podría parecer que las propias conchas marinas apenas son importantes. Pero la verdad es que tienen su protagonismo.
Entre otros, las conchas marinas colaboran con una buena cantidad de factores, como son la creación de los nidos de aves marinas o la contribución a las superficies en las que se fijarán las algas marinas. Por otra parte, hay que tener en cuenta que las mismas son usadas por muchos peces o cangrejos ermitaños como refugio. Por supuesto, como hemos comentado con anterioridad, también colaborarán en la formación de futuras playas.
La desaparición de las conchas marinas causa daños importantes
Varios departamentos de biología marina de las universidades llevan años estudiando la biodiversidad en las playas, entre otras zonas. Y casi todos coinciden en un detalle bastante curioso: existe un deterioro notable en la riqueza existentes de especies y en la propia biodiversidad. La Universidad de Florida estuvo investigando este suceso en una playa de España, llegando a una conclusión bastante interesante.
Según el informe, en un periodo de 30 años se ha producido una reducción casi masiva en el número de conchas marinas que hay en la playa comentada. En tres décadas, la presencia de conchas se había reducido en un 60%, mientras que a la vez el turismo había crecido en un 300%.
También se ha indicado que la falta de conchas marinas se veía especialmente durante los meses de verano, confirmando que el turismo había contribuido a su desaparición.
Conclusión: no nos llevemos las conchas de las playas
Teniendo en cuenta los datos que hemos reflejado, no hay duda de que la presencia de las conchas marinas en las playas es algo fundamental. Aunque también existen inconvenientes que es preciso solventar.
En cualquier caso, queda aclarada nuestra duda acerca de por qué no tenemos que llevarnos las conchas marinas de las playas. De esta forma, contribuiremos positivamente al ecosistema que hay en las mismas.
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