Rata topo desnuda, la rata sin pelo que apenas envejece

Rata topo desnuda. Curioso nombre para una rata ¿Verdad? Vamos a echarle un vistazo a sus características, aunque el nombre ya de por sí desvele datos interesantes y que nos dejan sorprendidos. De hecho, lo primero que tenemos que ver del farumfer, o Heterocephalus glaber es que se trata de un mamífero roedor del suborden Hystricomorpha. A este orden también pertenecen otros animales como la chinchilla o la cobaya. Aunque no se le parece mucho.

La rata topo desnuda suele tener aproximadamente 35 gramos de peso y 10 centímetros de largo, no teniendo pelo ni pigmentación en la piel. Hay que tener en cuenta que vive bajo tierra, por lo que capacidad de visión es bastante limitada. Para moverse utiliza los bigotes y el pelaje presente en la cola. El animal crea sus propios túneles, por los que se mueve.

La estructura social de la rata topo desnuda se basa en la existencia de una reina y sus trabajadoras, cambiando su morfología según la posición en la que está. De hecho, la rata reina suele tener un tamaño mayor al de los demás individuos. Por supuesto, esta es la única que puede reproducirse, con entre uno y tres machos por colonia.

Su resistencia al dolor

Hay que tener en cuenta dos curiosidades: la rata topo desnuda, por una parte, apenas muestra signos de envejecimiento. De hecho, los últimos estudios llevados a cabo constatan el descubrimiento de ejemplares con más de 30 años de vida. Un proceso que se conseguiría, según se piensa, en un mecanismo de continua reparación del ADN.

Tampoco hay que olvidar que la rata topo desnuda es resistente a algunos tipos de dolor. La composición de algunas de las fibras cutáneas que tiene bajo la piel le permiten evitar ciertos tipos de dolor, haciendo que el animal sea algo más fuerte en este aspecto. Incluso a determinados tipos de cáncer. Un concepto que todavía se está estudiando.

No hay duda de que la rata topo desnuda resulta curiosa y sorprendente a partes iguales. Un animal que se está investigando debido a que sus características podrían llegar a ser bastante útiles.

Vía | National Geographic
Foto | Wikimedia Commons – Roman Klementschitz, Wien | FlickR – Javier Ábalos

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