La reina de los mares del sur (Parte 2)
La Península de Valdes –Argentina- es una de las grandes guarderías para las hembras que van a tener a sus crías y también es el lugar en donde los ballenatos pasan sus primeros meses hasta que migran a otras regiones para su mejor alimentación.
Los científicos se han encargado de identificar las diferentes familias de las ballenas y van registrando las actividades de cada una de ellas. Por ejemplo, la familia de la ballena 71 fue fotografiada por primera vez en las aguas de la zona en el año 1973. Todas las hembras de esta familia tienen la particularidad de tener manchas grises en el lomo. El árbol familiar de la Ballena 71 sigue con el nacimiento de Antonia (1975) que a su vez tuvo al menos un par de crías: Antonio en el ’84 –un macho albino- y Docksider, una hembra. Las crías de Docksider son Espuma -1994- y Luna. Una gran familia.
Como este ejemplo hay muchos más, pero te lo mencionamos para que vez como es una de las formas de trabajar y de no perder pista de estos animales tan fabulosos.
Además en la península es una zona ideal para ver como se socializan. Es normal ver como juegan y se divierten como si fueran niños humanos.
En cada avistaje se puede ver cualquiera de esos comportamientos. Es común ver a la cría manteniendo su cola sobre los espiráculos de la madre mientras ésta duerme. Eso le impide respirar y la despierta, entonces el ballenato aprovecha para tomar la teta.
Las ballenas francas no forman grupos estables. La unidad social básica es el par padre/madre. Después de un año de preñez, cuando nace el ballenato, la hembra pasa otro año amamantándolo. Los científicos no descartan que haya una estructura social más grande que aun no ha sido descifrada.
Tampoco sabemos con exactitud para donde van cuando abandonan la Península. En ocasiones se las vio por el sur de Brasil, que también es un área de cría. Hay ballenas que tuvieron a sus crias en más de una zona. Ese es el caso de Troff, quien fuera vista por primera vez en el año 1970, después hubo un periodo de 23 años (entre 1981 y 2004) que no se la ha visto en la península. En ese tiempo se la pudo ver en las agua de Brasil.
Pero hay algo más de esto que te llamará la atención. Cuando migran en el varano, las ballenas van a comer a las áreas de alimentación. Por los antiguos barcos balleneros, se sabe que en el hemisferio sur hubo al menos siente zonas que no se sabe con exactitud si nuestras amigas aun siguen visitando.
Para comer siempre van a dos lugares: las Islas Georias del Sur y Tristan da Cunha, a mitad camino entre la Argentina y Sudáfrica. Ellas se alimentan de krill y copépodos del que consumen toneladas diarias. Lamentablemente y como consecuencia del cambio climático hay menos cantidad de krill. Pensando en el futuro, esto es realmente un problema. Las ballenas dependen del krill para sobrevivir y para reproducirse en forma satisfactoria.
Otro peligro que las amenaza es la cantidad de desechos que son vertidos al mar durante años, y que entran a la cadena alimentaria marina provocando inconvenientes a todas las especies.
Todos los años se ven ballenas que llegan muertas a las costas, casi todas ellas son crías. Es cierto que esperan que el número de muertes vaya aumentando, lo que preocupa es que estos números han aumentado más de lo previsto. Los científicos e investigadores están realizando estudios para averiguar acerca de las causas de estas muertes.
Fuente | Diario Clarín