El nombre de Jadav Payeng no os sonará, pero podemos aseguraros de que estamos ante uno de los hombres más impresionantes del planeta, y del que se ha dicho que ha conseguido un plantar un bosque. El logro es el fruto de años de trabajo y constancia. De hecho, su actividad comenzaba en 1979, cuando Payeng comenzó a plantar diariamente un árbol, en la isla de Majuli. Este lugar parecido un auténtico desierto provocado por las erosiones que existen.
Tras nuestro primer post sobre la Amazonia, ya podemos decir que conocemos algo más a fondo a esta importante región de nuestro planeta y que, ante todo, sabemos lo imprescindible que es para nosotros. Sin embargo, su interés no acaba aquí, y es que aunque guarda aún mil y un misterios por descubrir todavía contamos con algunos datos relevantes.
De la Amazonia se dice que es el pulmón de nuestro planeta, que es la mayor selva y que equilibra todos nuestros climas por igual, ¿pero qué más sabemos acerca de ella? ¿Por qué es tan importante mantenerla y evitar la deforestación? ¿Por qué cualquier cambio que se haga en ella puede ser un riesgo importante para todos? Hoy, desde Faunatura, os traemos algunos datos imprescindibles que deberíamos de saber sobre la Amazonia, y es que aunque no nos percatemos de ello, esta vasta región situada en América del Sur juega un papel esencial en el presente y en el futuro de la Tierra.
Todos los años, el 2 de febrero, gracias a la Convención sobre los Humedales o Convención de Ramsar, se conmemora el Día Mundial de los Humedales, una tradición que se viene realizando hace ya cuatro décadas. La Convención tiene sede en Gland, Suiza.
Entre las mayores diversiones de los niños y los más dulces recuerdos de los adultos se hallan aquellas tardes de otoño, empleadas en la búsqueda de castañas, con su gran final alrededor del fuego que crepita al cocerlas. Aun calentitas y envueltas en papel de periódico, las castañas pueden comprarse delante de algunas escuelas, en los cines y en las estaciones de trenes, en el fresco aire de los atardeceres de otoño.
Kenia, país ubicado al este del continente africano, está transcurriendo por un momento de tensión en lo referido al medio ambiente. Es que en el bosque Mau (uno de los más grandes de todo el país), se han perdido más de 100.000 hectáreas en los últimos años a raíz de la forestación y la quema ilegal de carbón. Otra de las razones de este fenómeno es a causa de los pobladores ilegales que residen en el bosque.
En los bosques caducifolios durante la primavera crecen muchas plantas a la luz relativa antes de que las hojas oscurezcan el suelo. Algunas de ellas son primaveras, campanillas y anémonas silvestres. También crecen matorrales como el avellano y el saúco. El bosque es además el hogar de mamíferos como los ratones de campo las ardillas y las musarañas.
Calentamiento global, cambio climático y emisión de gases de efecto invernadero parecen haberse convertido en frases huecas y sin sentido para algún sector de la ciencia. El 16 de julio me referí en Faunatura sobre la insólita idea de un grupo de científicos de la Universidad de Columbia, Nueva York que diseñaron un árbol artificial para desintoxicar el aire. Ahora, otro grupo de científicos del Instituto de Ingenieros Mecánicos Británico redobla la apuesta y no sólo se inspiran en el concepto de sus colegas americanos, sino que ya adoctrinan al mundo sobre la importancia de la implantación de bosques artificiales para reducir las emisiones de CO2.