Un estudio demuestra que los gatos son más inteligentes de lo que pensábamos
El hecho sucede con todo tipo de animales, además de con los gatos: cuando les damos de comer de manera asidua, no solo conocen a la persona que lo hace, sino también el lugar exacto. De esta forma, cuando tengan hambre, van hasta un determinado sitio con el fin de obtener su ración de comida. En un principio este comportamiento podría parecer normal, y ciertamente automático. Pero lo que no pensamos es que la inteligencia de los propios gatos va mucho más allá, sin centrarse exclusivamente en lo que han hecho.