De acuerdo con sus características, se distinguen los siguientes tipos: glaciares de valle simple o alpino, por se característicos de los Alpes, pero también se encuentran localizados en las altas montañas. Descienden por las pendientes de las laderas y se encaminan por los valles; glaciares compuestos que se originan por la confluencia de dos o más glaciares simples, cada uno con su propia cuenca de alimentación; glaciares de ladera, que no alcanzan a bajar a los valles y quedan como mantos en las laderas de las altas montañas; los de circo o canaleta, que reencuentran ubicados en grandes nichos o surcos de las laderas; glaciares suspendidos, adosados a paredes rocosas y que al desprenderse, alimentan a los glaciares reconstituidos, es decir formados por desprendimientos y que no tienen una alimentación continua como los demás.
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