En el Principado de Asturias ya no es difícil encontrar casos de acercamiento del oso al hombre. Hace 20 años era casi imposible; en la actualidad el cruzarse con un oso pardo en la Cordillera Cantábrica cabría calificarlo de casi habitual. En esta afirmación coinciden profesores universitarios, guardas forestales, vecinos y Principado de Asturias.
Desde hace un tiempo es sabido que el oso pardo se encuentra en la categoría de peligro de extinción en España, según parece tan solo quedan unos 80 ejemplares en Cantabria. Aunque debido al uso de unas cámaras sensibles al movimiento se han captado fotos de algunos ejemplares y se estima que al menos quedan unos 100 ejemplares distribuidos entre los parques naturales de Somiedo y Cangas de Narcea, pero debido a la caza furtiva y a la mayor presencia del hombre en su entorno están desapareciendo.