La guerra contra el plástico se esta haciendo cada vez más dura. Desde hace meses estamos viendo cómo las bolsas que se proporcionan para llevar la compran se tienen que pagar. Sin embargo, algunos alimentos de estos establecimientos todavía están incluidos en recipientes que poco tienen que ver en la lucha contra el plástico, debido a las grandes cantidades que se utilizan.
Mientras que en España todavía nos estamos poniendo las pilas en cuanto al uso del plástico, existen otros países que se han decidido de manera definitiva a trabajar para que este material no esté presente en la sociedad. El problema reside en que no es especialmente biodegradable, lo que se traduce en que también pueden tener consecuencias negativas sobre el planeta.
A primera vista la idea es tanto sorprendente como curiosa y extraña. Estamos hablando de reemplazar el plástico por calamares. Sin embargo, estamos seguros de que nuestro pensamiento cambiará cuando sepamos que estos animales tienen un aro de dientes conocido como Squid Ring Teeth, en las base de los tentáculos. Estos se utilizan para agarrar a sus presas, aunque bajo nuestro prisma podría llegar a tener más usos.
Las noticias no paran de asegurarnos que el plástico se ha convertido en un gran problema mundial. De hecho, ya se han puesto en marcha decenas de leyes con las que se quiere evitar que afecte a la flora y fauna del planeta. Aunque todavía se siguen encontrando muchos casos que nos sorprenden. Uno de los últimos casos ha sido descubierto hace varias semanas, cuando se ha encontrado a una ballena que en su interior tenía más de 1.000 trozos de plástico.
El plástico se ha convertido en uno de los grandes enemigos del medio ambiente. Solo hay que comprobar las medidas que se están llevando a cabo contra este elemento, el cual está generando cada vez más basura que no se recicla. Sin embargo, el último informe anual elaborado por Cicloplast es positivo. Según el mismo, en 2017 los españoles reciclaron un total de 521.600 toneladas de envases de plástico, es decir, un 45,5% del consumo total y una media de 11,2 kilogramos por cada habitante español.
La capacidad de la naturaleza para que las especies se adapten al entorno es algo sobrecogedor. Hasta ahora el plástico resultaba un producto que era incapaz de ser asimilado por ninguna criatura. Desde su masificación como material, este ha supuesto uno de los grandes desafíos para el medio ambiente, ya que su lenta degradación abarca periodos de 100 a 1000 años. A diferencia de los materiales orgánicos, no existía sobre la faz de la tierra un ser que se pudiese alimentar de ellos y hacerlos desaparecer...hasta ahora.
Es indudable el poder de convocatoria y persuasión de las redes sociales, en el mundo en el que vivimos. Una muestra de esa fuerza ha sido la reciente prohibición de la venta de botellas de plástico en todo el recinto del Gran Cañón del Colorado. Más de 100.000 firmas, recogidas a través de una red social y la plataforma Change.org, han logrado que las autoridades responsables de la reserva materialicen una idea, que ya les rondaba la cabeza hace tiempo.
Una empresa Galesa acaba de crear el primer puente de plástico que se verá en Europa. El mismo está confeccionado por 50 toneladas de residuos plásticos que fueron transformados en un puente que alcanza los 27 metros de largo y que tiene la capacidad de soportar el continuo paso de vehículos pesados sin que esto genere una alteración en su estructura.
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