Tortuga varada en Adra
Ha aparecido, en la costa del municipio almeriense de Adra, un ejemplar muerto de tortuga laúd (Dermochelys coriacea). Al lugar acudieron técnicos del Programa de Defensa de la Fauna Marina (Promar), que no pudieron hacer nada por el animal. Como no presentaba signos externos de violencia, se ignoran los motivos de la muerte, hasta que se practique la necropsia.
La tortuga medía dos metros de longitud y en las labores de desplazamiento del ejemplar participaron efectivos de Protección Civil de Adra, del Seprona y del propio ayuntamiento. Al parecer, la costa de Almería es una zona en la que los varamientos de tortugas son relativamente frecuentes. Sin embargo, gran parte de éstos tienen como protagonistas a tortugas boba (Caretta caretta) y no a las impresionantes tortugas laúd. En 22 años sólo han encallado cinco de las últimas, en las costas de la provincia.
Adra está situada en el Poniente Almeriense y dista más de 50 kilómetros de la capital. Su población ronda los 25.000 habitantes. En las costas de la localidad y en el resto de Almería, Promar presta servicio en varamientos de cetáceos y tortugas desde 2001. Promar es un grupo de cien personas, que trabajan en el equipo técnico veterinario o en la red de varamientos. Desde su nacimiento, la organización ha atendido a más de un millar de cetáceos y tortugas marinas. Han logrado devolver al mar a casi un centenar de animales.
Las tortugas laúd son las más grandes entre las de su género. Pueden llegar a pesar más de 600 kilogramos y medir más de dos metros de longitud. Las laúd poseen particularidades fisiológicas, que las diferencian del resto de tortugas marinas. Algunos científicos estiman que pueden llegar a generar su propio calor corporal, como si de un mamífero se tratara. A ese fenómeno natural se le denomina gigantotermia (capacidad para mantener temperatura constante, por parte de grandes animales de sangre fría).
Vía | Econoticias
Foto | Flickr-Ryan Somma