El váter, gran consumidor de agua

El váter, gran consumidor de agua

Escrito por: Cristina    1 julio 2010    2 minutos

¿Te has parado a pensar, la cantidad de veces que tiramos la cadena del váter a lo largo de un día? ¿Y si lo multiplicásemos por los días de un año? Desgraciadamente, nuestro váter se ha convertido en el mayor consumidor de agua de nuestro hogar.

Las cifras no mienten cuando exponen que por cada vez que se utiliza el inodoro, son entre 8 a 10 litros de agua necesarios para la eliminación de residuos. Así se calcula que el 40% del agua consumida por un hogar baja por el inodoro.

Actualmente existen mecanismos sencillos y económicos que permiten regular la cantidad de agua necesaria. Además, existen sistemas que, con dos litros de agua y la presión adecuada, son suficientes.

Pero, se tiene que tener en cuenta que el inodoro es uno de los peores sistemas de eliminación de residuos. De hecho, no hace otra cosa que disolver con agua los residuos, de tal forma que contribuye a dispersar productos que no siempre se degradan, sin dejar de consumir importantes cantidades de agua.

A través del váter, se llegan a dispersar productos celulósicos como el papel higiénico, tampones o compresas. Se puede estimar que por un inodoro pueden bajar 200.000 toneladas de estos productos, que llegan finalmente al mar o acaban atascando los filtros de las depuradoras. Por este motivo, es muy importante controlar qué tiramos al inodoro.

Comúnmente, se tiran sustancias tóxicas como la lejía y limpiadores diversos, productos que matan a las bacterias que contribuyen a la descomposición de los residuos en las depuradoras. Además, estos productos vuelven el agua más ácida, generando la necesidad de tratar las aguas en las depuradoras, obteniendo lodos salinos.

Y por si no fuera poco, muchas veces se vierten al inodoro restos de pinturas, disolventes, aceites usados, medicamentos caducados y toda clase de sustancias domésticas altamente tóxicas, tan solo contribuyendo a dispersarlos por el medio ambiente, o sea nuestro entorno.

En resumen, el váter no es un agujero mágico para deshacernos de todo aquello que nos molesta. Actualmente, existen sistemas de regulación de la cantidad de agua necesaria para evacuar. También el uso de productos alternativos, como el vinagre de limpiar u otros productos ecológicos permiten mantener el váter limpio, sin la necesidad de la lejía.

Vía | Terra.org