La vejiga natatoria, un órgano fundamental para los peces
A pesar de que haya cientos de estudios científicos, todavía seguimos pensando en la manera de nadar, exacta, que tienen los propios peces. ¿Qué partes de su cuerpo ponen en marcha con el fin de moverse tan rápidamente en el agua? En este caso vamos a prestar atención a la llamada vejiga natatoria, la cual es un órgano que permite que los propios peces se desplacen por el agua según la manera que quieran.
Concretamente, la vejiga natatoria es un órgano de flotación que a su vez tiene forma de bolsa y que está ubicado debajo de la columna vertebral. Hay que mencionar que también posee paredes flexibles con el fin de que los peces puedan controlar cómo flotan en el agua y así no tengan que hacer un esfuerzo muscular demasiado elevado.
La vejiga natatoria tiene varias utilidades. A la de nadar sin hundirse hay que añadir la posibilidad de emitir sonidos con diferentes fines. También es posible que ejerza una función respiratoria, en los casos en los que es necesario. Eso sí, la forma de este órgano varía según el tipo de pez y el hábitat en el que se encuentre. En cada zona se adapta a las necesidades del medio. Hay dos especies de peces que no disponen de esta parte: los peces bentónicos y los depredadores. Básicamente, porque no es necesario.
Vejigas natatorias, dos tipos diferenciables
Tenemos que mencionar que las vejigas natatorias se pueden dividir en dos tipos fácilmente diferenciables. El tipo de los fisóstomos, por un lado, tienen conectada la vejiga al esófago gracias a un conducto simple. Esto provoca que tengan que sacar la cabeza a la superficie con el fin de poder respirar correctamente. La expulsión del aire se realiza de la misma forma.
El segundo tipo, los fisoclistos, se diferencian en que usan una glándula para añadir gas al saco de flotación a partir de la propia sangre, además de utilizar una gran red de capilares que recubren la zona. Este tipo de peces pueden permanecer en determinadas profundidades, obteniendo el oxígeno que necesitan.
Finalmente, mencionar que las medusas también tienen vejiga natatoria, con un funcionamiento igual. Sin embargo, deben utilizar el agua como propulsión.
Sí, también hay enfermedades
Las vejigas natatorias de los peces, como cualquier otro órgano, está expuesto a enfermedades. Cuando alguno de los animales tenga un problema en esta zona veremos cómo tiene problemas para mantenerse a flote, incluyendo nadar de lado, quedarse mucho tiempo en la superficie o simplemente quedarse boca arriba.
En cuanto detectéis que existe algún problema en este sentido es recomendable llevar al pez a un veterinario con el fin de que comience el tratamiento necesario.
Aunque la vejiga natatoria sea uno de los órganos más desconocidos de los peces, también hemos podido comprobar que es uno de los más imprescindibles. No solo porque les ayuda en su día a día, sino también porque les permite sobrevivir en su entorno.
Vía | The Spruce
Fotos | PxHere | Pixnio – hpgruensen
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